Desarrollo urgente: Cuatro menores vascas están solicitando atención psicológica dos meses después de regresar del controvertido campamento ‘trans’ en Bernedo, donde experimentaron situaciones traumáticas. Las familias de las niñas denuncian que no han recibido apoyo de las autoridades, a pesar de los efectos psicológicos profundos que han surgido tras la experiencia.
El caso ha tomado relevancia: Según los padres, Irati, una de las adolescentes afectadas, ha sufrido ataques de ansiedad y un posible cuadro de estrés postraumático desde su regreso. Su madre indicó que la joven volvió «asustada» debido a las duchas mixtas y la presencia de adultos desnudos en el campamento. Después de semanas de deterioro, Irati fue hospitalizada y actualmente está en tratamiento psicológico.
Más menores afectadas: Al menos otras tres niñas han iniciado terapia en las últimas semanas, y varias familias están considerando hacerlo, enfrentándose a los costos de atención médica sin ayuda institucional. Los padres lamentan que la única respuesta que han recibido de los políticos fue tras la cobertura mediática del escándalo, una acción que ellos interpretan como un intento de mitigar el daño a la imagen pública, no de proporcionar asistencia a las víctimas.
La Ertzaintza ha registrado 21 denuncias por presuntos delitos contra la libertad sexual ocurridos en el campamento organizado por la asociación Sarrea. Las familias temen que existan más casos ocultos, ya que muchas niñas no se conocían entre sí y podrían no haber compartido sus experiencias traumáticas.
Impacto emocional: Nerea, de 13 años, se mostró retraída tras su participación en el campamento de agosto, dejando de asistir a clase y refugiándose sola en un parque. Sus padres descubrieron que estaba lidiando con recuerdos perturbadores del campamento. Desde entonces, recibe atención psicológica privada.
Otro caso es el de Haizea, de 11 años, quien regresó del campamento de julio con un cambio drástico en su comportamiento. Su madre, horrorizada por los detalles que su hija ha revelado, expresó: «Si hubiera sabido lo que pasaba allí, jamás la habría llevado». Las familias enfatizan que lo ocurrido en Bernedo es una tragedia que ha dejado cicatrices profundas en sus hijas, sin ser una batalla política.
Mientras la investigación judicial avanza lentamente, los padres siguen cubriendo de su bolsillo las sesiones de terapia que consideran necesarias pero que el Estado les ha negado. La situación ha generado un clima de indignación y frustración entre las familias, quienes piden justicia y apoyo, sintiendo que sus voces no son escuchadas en medio del debate político que ha rodeado el caso.
El impacto de este campamento ‘trans’ va más allá de lo individual; ha desatado un debate que, según muchos padres, ha desviado la atención de las verdaderas víctimas. En medio de la controversia, los padres insisten en que proteger a sus hijas y buscar justicia no debería estar marcado por diferencias ideológicas.
