Gustavo Cordera desata polémica por sus declaraciones sobre femicidio
En un giro inesperado, el exintegrante de Bersuit Vergarabat, Gustavo Cordera, ha generado controversia al solidarizarse con Ricardo Barreda, un conocido femicida, durante su aparición en el reciente documental «Barreda: el odontólogo femicida». Esta declaración llega en un contexto de creciente movilización contra los femicidios en Argentina, donde el movimiento Ni Una Menos sigue exigiendo justicia.
Las declaraciones impactan en medio de un contexto trágico
La película, estrenada el jueves, revive el caso del cuádruple femicidio que conmocionó al país en 1992, cuando Barreda asesinó a su esposa, sus dos hijas y su suegra en La Plata. En el documental, Cordera se pone en la piel del femicida, afirmando: «Cualquiera puede cometer un asesinato, hasta inclusive yo puedo cometer un crimen», lo que ha desatado una ola de críticas en redes sociales.
El excantante, conocido por sus polémicas declaraciones, ya había causado revuelo en 2016 con comentarios sobre la violencia hacia las mujeres, lo que resultó en una imputación por incitación pública a la violencia. Su reciente aparición en el documental ha reavivado el debate sobre sus palabras y la forma en que se representan los femicidios en los medios.
«Me puse en su lugar como diciéndole a todos ellos que yo también me puedo equivocar», dijo Cordera, intentando justificar su empatía hacia Barreda.
Este tipo de declaraciones se producen en un momento crítico para el país, que enfrenta una ola de violencia de género y un reciente triple femicidio en La Matanza, donde tres jóvenes, Brenda, Morena y Lara, fueron asesinadas, provocando protestas en diversas ciudades. Las familias de las víctimas denunciaron la inacción de la policía durante su búsqueda.
La respuesta de la sociedad y el movimiento de mujeres
Mientras tanto, el movimiento de mujeres se prepara para una nueva movilización el próximo sábado, exigiendo justicia y recordando que la violencia contra las mujeres no tiene justificación. Las voces que claman por «Ni Una Menos» se intensifican, especialmente después de la impactante revelación de Cordera sobre la naturaleza del crimen.
La relación entre la cultura popular y la violencia de género se vuelve más evidente, y las palabras de figuras públicas como Cordera tienen un impacto significativo en la percepción social de estos temas. La empatía hacia un femicida, en lugar de hacia las víctimas, plantea cuestiones éticas y morales profundas que la sociedad argentina debe enfrentar en este momento crítico.
La controversia no solo afecta la carrera de Cordera, sino que también reabre viejas heridas en un país que aún lucha por erradicar la violencia de género y proteger a las mujeres. Con el eco de «Ni Una Menos» resonando más fuerte que nunca, la urgencia por un cambio en la narrativa y la acción en torno a la violencia de género es innegable.