Desarrollo Impactante: El expresidente de Perú, Martín Vizcarra, ha sido condenado a 14 años de prisión por recibir 580,000 euros de dos empresas constructoras, en un caso que ha desatado fuertes críticas sobre la justicia en el país.
Vizcarra, que ocupó la presidencia de manera provisional, afirmó que su condena es resultado de un «pacto mafioso» en su contra y que no se rendirá ante lo que considera una venganza política. «No es justicia, es venganza. Pero no me van a doblegar», declaró tras escuchar su sentencia.
Esta decisión judicial incorpora a Vizcarra a la lista de exmandatarios peruanos condenados por corrupción, junto a Alejandro Toledo y Ollanta Humala. El panorama político en Perú es sombrío, ya que varios líderes han enfrentado severas consecuencias legales en los últimos años, incluyendo a Dina Boluarte, quien también ha sido objeto de controversias tras sustituir a Pedro Castillo.
La Fiscalía sostiene que Vizcarra cometió su delito en 2013, cuando era autoridad de la región de Moquegua, en el sur de Perú. Sus abogados argumentaron que la acusación carece de pruebas contundentes, lo que genera un debate sobre la imparcialidad del sistema judicial.
La popularidad de Vizcarra se desplomó durante su gestión, especialmente después de que se revelara que se había vacunado secretamente contra el COVID-19, beneficiando a aproximadamente 500 personas de la élite peruana en medio de una crisis sanitaria devastadora.
En noviembre de 2020, fue destituido por el Congreso, lo que él calificó como un acto de «vacado». «¿Tanto miedo tienen a Vizcarra?», preguntó, mostrando su descontento con el proceso político que lo llevó a prisión.
Su hermano, Mario Vizcarra, ha prometido continuar la lucha política en nombre de la familia y del partido Perú Primero, afirmando que el partido no morirá a pesar de la condena de su líder.
Este caso resalta la crisis de confianza en las instituciones democráticas de Perú, donde la corrupción ha sido una preocupación persistente. Con el futuro político incierto y el país enfrentando un legado de líderes condenados, la situación en Perú sigue siendo crítica y merece atención internacional.
La comunidad internacional ahora observa cómo se desarrollará este escándalo y qué implicaciones tendrá para la política peruana en los próximos meses.
