Desarrollo urgente: Los fabricantes de vehículos chinos están conquistando rápidamente el mercado automovilístico europeo, registrando un asombroso crecimiento del 91% en matriculaciones durante el primer semestre de 2025, mientras el mercado general enfrenta una caída del 4,4% en junio.
La situación actual es crítica para los gigantes automovilísticos locales, que están perdiendo terreno frente a estas marcas emergentes. A pesar de las tensiones comerciales y los aranceles entre la UE y China, los vehículos eléctricos chinos están impulsando esta tendencia con 1,19 millones de unidades vendidas, lo que representa un aumento del 25% respecto al año anterior.
Las nuevas cifras de Jato Dynamics muestran que las ventas de los fabricantes chinos están cerca de alcanzar el 5,2% de las de Mercedes-Benz, un avance que parecía imposible hace solo unos años. Este cambio dramático en la preferencia de los consumidores resalta la competitividad de precios y la firme apuesta por la electrificación que ofrecen estas marcas.
Felipe Muñoz, analista de JATO, advierte que, además de la competencia tecnológica, el conflicto comercial entre la Unión Europea y China añade una capa adicional de tensión a esta batalla por el mercado automovilístico. Las acciones de los fabricantes chinos están en alza, con un incremento de más del 15% en Estados Unidos para algunas marcas, mientras que otras han visto un aumento casi del 59% en el mismo periodo.
Este auge no solo afecta a los números de ventas, sino que también redefine el panorama del sector automovilístico europeo, obligando a las empresas locales a adaptarse rápidamente a las nuevas demandas del mercado. Los consumidores están cada vez más interesados en las opciones eléctricas y en los precios competitivos que ofrecen los fabricantes chinos.
A medida que el año avanza, la presión sobre las marcas tradicionales está aumentando, y se espera que la competencia se intensifique. Las empresas europeas deberán innovar y ajustar sus estrategias para recuperar su cuota de mercado antes de que sea demasiado tarde. La batalla por la supremacía automovilística en Europa está lejos de terminar, y los próximos meses serán cruciales para determinar quién se queda con el control del mercado.
