DESARROLLO URGENTE: La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) ha lanzado una fuerte advertencia sobre el uso político de su organización, instando a un diálogo auténtico en medio de un clima económico incierto.
Durante su primera aparición pública en Alicante, los dirigentes de la CEV, Vicente Lafuente y César Quintanilla, expresaron su preocupación por la polarización política que amenaza el desarrollo económico. “Nos utilizan políticamente, pero esa partida no nos toca”, afirmó Lafuente, subrayando la necesidad de enfocarse en las realidades empresariales.
En el marco del Foro Activos, que abordó la “Economía de futuro, relevo generacional”, Lafuente destacó la importancia de una “solución pactada” para guiar la nueva etapa de la CEV, promoviendo una colaboración más estrecha con instituciones públicas y cámaras de comercio. “El diálogo es la mejor manera de solventar problemas”, añadió.
Ambos líderes empresariales criticaron la política de decisiones unilaterales de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en relación con la subida del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral. “Las medidas deben ir ligadas a la productividad”, enfatizó Quintanilla, pidiendo un enfoque negociador con sindicatos y el Gobierno.
Las críticas hacia Díaz se centraron en su falta de diálogo social, con Lafuente recordando que “no estamos de acuerdo con el diálogo social inexistente”. La situación se agrava al observar que mientras algunas decisiones se toman “a golpe de real decreto”, el empresariado enfrenta una precarización creciente.
Con 100,000 personas en paro en la provincia de Alicante, la CEV también abordó la necesidad de mejorar la formación profesional y la empleabilidad, especialmente entre los jóvenes. “Es un problema que hay que visualizar”, advirtió Lafuente, quien mencionó el aumento de bajas por depresión entre trabajadores menores de 30 años.
De acuerdo con Quintanilla, la provincia acumula años siendo “la 52 de 52 provincias en inversiones”, lo que afecta el desarrollo de infraestructuras esenciales. “Vamos con cinco años de retraso y en algún momento colapsaremos”, alertó, refiriéndose a las consecuencias que esto tendría para la economía local.
La situación es aún más crítica tras las devastadoras inundaciones del año pasado que causaron 230 muertos en Valencia. Lafuente instó a todos los partidos políticos a mostrar apoyo a unos presupuestos que ayuden a la reconstrucción y a la mejora de infraestructuras. “Sería una muestra de solidaridad”, dijo.
Los líderes de la CEV también abordaron la controversia de las 15,000 viviendas vacías en Alicante, proponiendo medidas que incentiven a los propietarios a sacar sus propiedades al mercado en lugar de penalizarlos. La falta de acceso a la vivienda y la ineficiencia en políticas públicas son temas que requieren atención inmediata.
La polarización política sigue siendo un obstáculo, y Lafuente advirtió que “hay que huir de ella”. Subrayó que es fundamental compartir los valores empresariales, no solo para defender al empresario, sino también para unir fuerzas con los sindicatos en temas comunes como salarios dignos y sostenibilidad ambiental.
En conclusión, la CEV pide un cambio en la estrategia política actual que priorice el diálogo y la colaboración, enfatizando que “son más cuestiones de trabajo que de suerte” en la búsqueda de soluciones efectivas para la economía valenciana.
