Desarrollo urgente: La Policía Nacional ha detenido a Ángel Benito Moreno, un narcotraficante que se escapó de la prisión de Villanubla hace casi ocho meses, en un pueblo de Toledo. Esta captura se produce tras una intensa investigación de la Udyco (Unión de Droga y Crimen Organizado), que ha estado tras sus pasos desde su fuga el 14 de febrero.
La detención se realizó en el marco de la Operación Cerbero 25, donde miembros del Grupo 2 de Fugitivos de la Udyco Central, en coordinación con la Brigada Local de Policía Judicial de Plasencia y la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, lograron dar con el paradero de Moreno en Casarrubios.
Moreno, parte del Clan de Los Hilarios, había escapado de la prisión oculto en un petate que era llevado por otro recluso que salía en libertad. Su fuga, considerada «rocambolesca», le permitió eludir hasta cuatro controles de seguridad sin ser detectado, lo que generó un escándalo y consecuencias para el personal de la prisión, incluyendo la destitución del director, Carlos Blanco.
Este narcotraficante, de 47 años, llevaba un año cumpliendo condena por delitos como blanqueo de capitales y delitos contra la salud pública, tras haber sido trasladado desde el Centro Penitenciario de Cáceres. La fuga se llevó a cabo poco después del último recuento de la prisión, cuando Moreno se ocultó entre las pertenencias de otros presos que recuperaban su libertad.
La investigación continúa, y se espera que se presenten cargos adicionales contra aquellos que facilitaron su fuga. Con su captura, se pone fin a una búsqueda que ha mantenido en vilo a las autoridades durante más de seis meses, destacando la importancia de la cooperación entre distintas brigadas policiales para el éxito de operaciones de este tipo.
Las autoridades ahora se centran en desmantelar más redes de narcotráfico que podrían estar operando en la región, mientras que los ciudadanos de Toledo celebran la detención de un peligroso fugitivo que había burlado la justicia.
