La vicepresidenta primera de la Generalitat y consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero, se encuentra en el centro de la controversia tras su desconexión de la reunión del Cecopi durante las horas críticas de la emergencia provocada por intensas lluvias, una decisión que ha generado un intenso debate en la comunidad.
Camarero defendió su elección de asistir a una entrega de premios, argumentando que no es miembro del Cecopi y que no contaba con la información necesaria de las agencias estatales Aemet y CHJ para justificar la cancelación de su agenda. «No soy miembro, no había información y no dejé de atender mis competencias», aseguró la consellera, subrayando que se mantuvo atenta a sus responsabilidades en torno a los centros sociales y residencias que podrían verse afectados por las lluvias.
Esta situación pone de relieve la importancia de la coordinación entre las autoridades durante emergencias, especialmente en momentos críticos donde la información precisa es vital para la toma de decisiones. La falta de asistencia de Camarero ha suscitado críticas sobre la gestión de la crisis, lo que ha llevado a los ciudadanos a cuestionar la eficacia del sistema de emergencias.
Con la comunidad aún lidiando con las consecuencias de las lluvias y sus efectos devastadores, la pregunta sobre cómo se gestionan estos eventos se hace más urgente. Las reacciones al respecto continúan fluyendo, y los ciudadanos esperan respuestas claras y una mejor comunicación entre las autoridades.
La consellera ha prometido estar más pendiente en el futuro y trabajar en conjunto con los organismos pertinentes para garantizar la seguridad y el bienestar de la población. Mientras tanto, el debate sobre la gestión de crisis en la Generalitat se intensifica, mostrando la necesidad de un liderazgo más firme y coordinado en situaciones de emergencia.