Un trágico accidente sacudió Lisboa el pasado miércoles cuando el cable subterráneo del funicular de la Gloria, que conecta la plaza de Rossio con el Bairro Alto, cedió, resultando en la muerte de 16 personas y dejando 23 heridos. Este desastre ocurrió cerca de la avenida de la Libertad y fue confirmado por el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios (GPIAAF) en un comunicado emitido hoy.
Los técnicos han determinado que el cable que unía los dos vagones del funicular se rompió en su punto de fijación en la cabina que descarriló. En el momento del accidente, el guardafrenos activó de inmediato tanto el freno neumático como el manual, pero ninguno tuvo efecto para detener el movimiento ni para reducir la velocidad de la cabina, que descendía a 60 km/h. Todo este proceso se desarrolló en menos de 50 segundos, lo que evidencia la rapidez del trágico suceso.
La investigación preliminar revela que una inspección visual programada, realizada el mismo día del accidente, no detectó ninguna anomalía en el cable. Esta información, publicada en la página web del GPIAAF, destaca que se trata de constataciones iniciales y no de conclusiones definitivas sobre las causas del accidente.
La tragedia ha conmocionado a la capital portuguesa, donde el funicular de la Gloria es un símbolo emblemático y muy visitado por turistas y locales. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los detalles de este doloroso incidente y se espera que se realicen más análisis en los próximos días.
En medio de la tristeza y el luto por las víctimas, se está llevando a cabo una evaluación exhaustiva del sistema de seguridad del funicular y de otros transportes similares en la ciudad para prevenir futuros accidentes. La comunidad se une para ofrecer apoyo a las familias afectadas mientras el país enfrenta esta devastadora pérdida.
