Desarrollo urgente: Bomberos de España expresan su indignación por las raciones alimenticias que reciben mientras combaten incendios devastadores. En redes sociales, un miembro de la Brigada Helitransportada de Vilamaior, identificado como Chema, publicó una foto de su escasa ración diaria que incluye un simple bocadillo y una botella de agua, desatando una ola de apoyo y críticas.
Este descontento surge en el contexto de incendios forestales que han arrasado miles de hectáreas en Zamora, León y Ourense durante el verano de 2025, considerados los peores del siglo XXI. Las temperaturas han superado los 45 grados y las jornadas laborales se han extendido más allá de lo previsto, lo que ha intensificado la necesidad de un aprovisionamiento adecuado.
“No pedimos un menú de estrella Michelin, solo lo necesario para seguir trabajando”, subrayó Chema, quien también reveló que sus tres litros de agua apenas le duran cuatro horas en el campo. Mientras tanto, el número de detenidos o investigados por provocar incendios en España asciende a 150, en medio de acusaciones al gobierno por culpar al cambio climático.
La situación ha generado un debate en torno a la calidad de la alimentación que reciben los bomberos en comparación con otros gastos públicos. El Ministerio de Juventud e Infancia reporta que el coste de mantener a un menor extranjero no acompañado en España es de 145 euros diarios, una cifra que contrasta fuertemente con los bocadillos y el agua que reciben quienes arriesgan su vida para combatir las llamas.
Vecinos de las áreas afectadas han intentado apoyar a los bomberos llevando agua fría y alimentos, pero los profesionales insisten en que esta solidaridad no debe sustituir la responsabilidad de las administraciones. “El aprovisionamiento tiene que estar gestionado por el distrito, no puede depender de la buena voluntad de la gente”, enfatizó el brigadista gallego.
La indignación entre los bomberos crece a medida que la comunidad se une para exigir un trato justo y condiciones dignas para quienes luchan contra el fuego. La presión pública podría forzar al gobierno a revisar sus políticas sobre el suministro de alimentos y recursos para el personal de emergencias. La situación continúa desarrollándose y se espera que surjan más reacciones en las próximas horas.
