El incendio forestal en Jarilla, Extremadura, muestra signos de estabilización tras cuatro días críticos de lucha contra las llamas. Las condiciones han mejorado significativamente, lo que ha permitido que el consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, hable de “una situación radicalmente distinta” a la de hace unas horas, cuando el fuego amenazaba gravemente la región.
La evolución de las labores de extinción ha sido “muy positiva”, y aunque el incendio se mantiene en aproximadamente 4,800 hectáreas con un perímetro de 50 kilómetros, se han logrado contener los focos más peligrosos. Los evacuados de Villagarcía de la Torre y los 40 vecinos de Los Molinos han regresado a sus hogares, ya que la situación en Pallares se ha estabilizado a nivel cero.
Sin embargo, la Junta de Extremadura mantiene el nivel dos del Plan Especial de Protección Civil (Infocaex) ante incendios forestales, con seis fuegos activos en la región. Particularmente preocupante es el incendio en Alburquerque, que ha devastado 800 hectáreas de terreno, aunque no se teme por la seguridad de la población.
Las condiciones meteorológicas también juegan un papel crucial. Se prevé un aumento del viento hasta las 6 de la tarde, pero después se anticipa un respiro de 2-3 días que podría favorecer aún más la estabilización del incendio. Bautista ha señalado que “no se pueden ofrecer porcentajes de estabilización” debido a la naturaleza sectorizada del fuego, pero la contención de la “lengua visible” es un avance significativo.
A pesar de estos avances, se mantienen las evacuaciones en Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa, así como el confinamiento en Oliva de Plasencia. Bautista ha indicado que “probablemente” habrá noticias positivas a lo largo del día, siempre que las condiciones de seguridad lo permitan. “El peor de los escenarios” sería que las más de 700 personas evacuadas tuvieran que pasar otro día fuera de sus casas.
La comunidad ha mostrado un apoyo notable, con la colaboración de Cruz Roja, Protección Civil, y agricultores que han proporcionado maquinaria para ayudar en la contención del fuego, creando “ventanas de oportunidad” para combatir el incendio. A pesar de la devastación, el trabajo conjunto ha generado un rayo de esperanza entre los afectados, quienes esperan volver a la normalidad lo más pronto posible.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y a seguir las indicaciones de seguridad, mientras continúan las labores de extinción en un clima que, aunque desafiante, comienza a ofrecer mejores perspectivas.