La situación de los incendios en Asturias presenta mejoras significativas, con los fuegos de Degañ y Genestoso estabilizados, mientras se espera lluvia que podría llegar el miércoles por la tarde. El consejero de Fomento, Alejandro Calvo, afirmó que «hay que seguir peleando mucho, pero la situación ya es mucho mejor» y destacó que no se pueden perder los avances logrados.
Bomberos del SEPA, junto con equipos de Grecia y la UME, han trabajado intensamente en el incendio de Genestoso, donde se han utilizado hasta ocho helicópteros y dos hidroaviones, según el alcalde de Degañ, Óscar Ancares. Aunque la situación es más favorable, el humo sigue generando complicaciones puntuales, generando preocupación entre los habitantes.
La lluvia, prevista para el jueves, podría ser clave para ayudar a extinguir los fuegos y mitigar el calor extremo que se siente en la región. El alcalde Ancares expresó su esperanza de que este cambio meteorológico contribuya a extinguir las llamas que han consumido hasta 5,500 hectáreas en Asturias, en comparación con 90,000 hectáreas en Galicia, donde la situación es crítica.
En Galicia, un nuevo incendio en A Pobra do Brollón ha contrarrestado las noticias positivas sobre la estabilización en Chandrexa de Queixa, que ha quemado más de 19,000 hectáreas. Este fuego ha interrumpido el servicio del Alvia entre Barcelona y A Coruña, y otros incendios activos en Ourense continúan afectando la región.
Los peores efectos se sienten en Castilla y León, donde ya han ardido 150,000 hectáreas y se manejan diez fuegos activos. El incendio de Garaño, que comenzó el pasado domingo, ha llevado a la evacuación de poblaciones en Mora de Luna y Vega de Caballeros, con más de 800 vecinos evacuados en total debido a múltiples incendios.
La combinación de esfuerzos de los servicios de emergencia y la expectativa de cambios climáticos son cruciales para abordar esta crisis. Los esfuerzos continúan, y la posibilidad de lluvia ofrece un rayo de esperanza en medio de la devastación.