Desarrollo Impactante: Ana Belén Grela, una joven ingeniera de Jerez, está rompiendo barreras en el mundo de la ingeniería automotriz, afirmando que “nadie tiene derecho a ponerte ninguna barrera”. Grela, nacida en 2002, ha compartido su inspiradora historia en las I Jornadas de Formación de Mujer y Motor, donde destacó su pasión por el motociclismo desde la infancia, influenciada por su padre.
El evento, realizado en Jerez, reunió a mujeres que, como Grela, buscan hacerse un nombre en un campo predominantemente masculino. Al comenzar su carrera en Diseño Industrial, experimentó una mezcla de compañeros, pero al llegar a Ingeniería Mecánica, la realidad fue stark: de 80 estudiantes, solo 4 eran mujeres. “Creía que seriamos más”, confiesa.
Grela, parte del equipo Fórmula Gades de la Universidad de Cádiz, se encarga del diseño del chasis y la ergonomía de un monoplaza, un proyecto que fusiona pasión y tecnología. “En el equipo, no he sentido discriminación por ser mujer; todo es igualitario”, asegura.
La joven ingeniera enfatiza la importancia de la convivencia en competiciones internacionales, describiendo la experiencia como un “mundo diferente” donde se unen estudiantes de diversas nacionalidades. “Desde junio hasta finales de julio, estuvimos en el circuito compitiendo, dedicando todo nuestro tiempo a esto”, explica.
Además de su trabajo en ingeniería, Grela también imparte clases de dibujo técnico, deseando inspirar a otros. “Quiero sentir que aporto algo a alguien”, comenta. Su sueño es abrirse paso en el mundo del motorsport, un sector donde reconoce la falta de referentes femeninos.
“Tristemente, no tengo ninguna mujer referente”, admite, haciendo hincapié en la necesidad de visibilizar a aquellas que logran abrirse camino en áreas tradicionalmente dominadas por hombres. La piloto internacional Cristina Gutiérrez fue una de las figuras que la inspiró y a quien agradece por abrirle los ojos.
Grela anima a todas a perseguir sus sueños, concluyendo que “todo lo que quieras hacer es posible, sin importar tu género”. Su historia es un poderoso recordatorio de que la perseverancia y la pasión pueden desafiar cualquier barrera que se interponga en el camino.
Con su determinación y su voz, Ana Belén Grela está marcando una diferencia significativa y se posiciona como un ejemplo a seguir para futuras generaciones de ingenieras.