En un giro inesperado, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha rechazado la propuesta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana (FCCV) para reabrir la caza nocturna en ocho humedales del sur de Alicante, afectando gravemente la biodiversidad de la zona. El presidente de AHSA, Sergio Arrollo, anunció esta decisión hoy, señalando que los informes técnicos a favor de la caza no solo contravienen su postura, sino que también están en desacuerdo con documentos de la Consellería de Medio Ambiente.
La iniciativa de caza nocturna, que cuenta con el respaldo de la Generalitat, ha sido objeto de controversia. AHSA argumenta que el informe de la Unidad de Caza y Pesca no solo avala la caza nocturna, sino que «adultera» la base jurídica de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que había declarado previamente esta práctica como «no ajustada a derecho». Según AHSA, la caza nocturna es un método no selectivo que infringe la legislación medioambiental nacional y europea.
El grupo ecologista critica que el informe oficial omite la precaria situación de la cerceta pardilla, una especie en peligro, y señala que el análisis parece más un documento de la FCCV que un estudio objetivo. En contraposición, valoran positivamente el informe del Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000, que menciona el impacto negativo de la caza nocturna en esta especie y cuestiona la metodología utilizada por el «estudio técnico» que respalda su regreso.
AHSA también descalifica un tercer informe del Servicio de Espacios Naturales, al considerarlo superficial. Este solo confirma que los planes de gestión de los parques naturales de El Hondo y las salinas de Santa Pola no prohíben la caza nocturna.
La presión por parte de los ecologistas se intensifica mientras la Consellería de Medio Ambiente solicita su opinión sobre el tema. AHSA confía en que la Generalitat Valenciana priorice la conservación de la biodiversidad en su decisión final y reafirma su compromiso de seguir trabajando en la protección de los ecosistemas acuáticos de la región.
Este conflicto no solo afecta a la fauna local, sino que también plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la caza y la conservación en una de las áreas más vulnerables de España. Con el futuro de estos humedales en juego, la comunidad ecologista sigue alerta, esperando que se tomen decisiones responsables que salvaguarden la rica biodiversidad de Alicante.
