Desarrollo urgente: La Comisión Electoral iraquí ha confirmado que la coalición del primer ministro Mohammed Shia al Sudani ha ganado las elecciones parlamentarias de este martes, en un evento marcado por una alarmante participación del 37%, considerada la más baja en la historia del país.
A pesar de que la Comisión reportó una participación del 56%, este número ha sido calificado de engañoso, ya que se refiere a los votantes registrados y no al total del censo electoral. La apatía de la población se debe en gran parte a un llamado al boicot del influyente clérigo chií Moqtada al Sadr, quien había ganado en las elecciones anteriores pero fue marginado por otros partidos.
Al Sudani, que asumió el cargo en 2022, ha intentado mantener un delicado equilibrio entre Estados Unidos e Irán, facilitando la estabilidad del país tras años de violencia sectaria. Sin embargo, es visto por muchos como parte de la élite chií, cercana a Teherán y sin poder para desafiar a las milicias pro-Irán que operan en Irak.
El primer ministro, en su declaración tras la victoria, destacó: «Nuestra Coalición de Desarrollo y Reconstrucción ha resultado la primera en las elecciones parlamentarias. Agradezco a la Comisión Electoral por garantizar la seguridad y el éxito de este proceso electoral». Sin embargo, la victoria no será oficializada hasta dentro de unos meses, dejando a la nación en un limbo político.
El sistema político iraquí, similar al del Líbano, está basado en líneas étnicas y sectarias. El primer ministro debe ser chií, el presidente del parlamento suní, y el presidente, una figura representativa, debe ser kurdo. No se espera que el nuevo gobierno tome posesión hasta bien entrado 2025, dado que al no haber conseguido la mayoría, Al Sudani deberá formar una coalición con otros partidos, un proceso complicado en un parlamento dividido.
Las repercusiones de esta elección podrían ser significativas, ya que reflejan no solo la insatisfacción de los votantes, sino también la necesidad urgente de reformas en un país que aún lidia con las secuelas de conflictos pasados. La comunidad internacional estará atenta a cómo se desarrollan estos eventos en las próximas semanas.
