Desarrollos recientes en el debate sobre la inclusión del aborto en la Constitución española están generando controversia, con opiniones polarizadas sobre la moralidad y los derechos humanos. La autora Magdalena del Amo argumenta que blindar este derecho no garantiza justicia y lo califica como un «ritual deplorable» en una sociedad que, según ella, se ha vuelto «psicópata». Este debate surge en un contexto en el que el gobierno de Pedro Sánchez enfrenta acusaciones de corrupción, lo que, según críticos, opaca la discusión sobre el aborto.
La Comunidad de Madrid ha anunciado recientemente una nueva normativa que protege la maternidad y fomenta la natalidad, reconociendo al bebé concebido como un miembro de la familia, lo que marca un avance ético significativo. Esta normativa considera a una familia con dos hijos y un bebé en gestación como una familia numerosa, otorgando al nasciturus una dignidad social que anteriormente carecía.
Mediante un repaso histórico, del Amo cita la Asociación Médica Americana, que desde 1859 ha condenado el aborto como una «destrucción innecesaria de la vida humana». La autora critica el cambio de perspectiva que ha llevado a que el aborto sea considerado un «derecho fundamental». A su juicio, esto refleja una decadencia moral que amenaza con desdibujar los conceptos de bien y mal.
El artículo también señala que la legalización del aborto ha sido impulsada por grupos proabortistas que manipulan la percepción pública y presionan a los políticos, utilizando datos cuestionables para justificar su causa. En este contexto, la propuesta de reformar la Constitución para incluir el aborto como un derecho constitucional se presenta como una medida alarmante, comparándola con prácticas de regímenes totalitarios.
La autora concluye que cada aborto representa una victoria de la muerte sobre la vida, y que muchas mujeres que se someten a estos procedimientos lo hacen sin el conocimiento adecuado de las consecuencias físicas, emocionales y espirituales. A medida que la sociedad se vuelve más permisiva, el aborto se contempla con indiferencia, un signo de la crisis moral que enfrentamos.
Próximos pasos en este debate son esperados, ya que se prevé un aumento en la discusión pública sobre el aborto y su impacto en los derechos humanos. La autora promete abordar el tema del síndrome postaborto en un futuro artículo, subrayando la necesidad de una discusión más profunda y matizada sobre un tema tan crítico y sensible.