Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta entre Londres y Alicante tuvo que aterrizar de emergencia en Toulouse (Francia) este lunes debido al comportamiento problemático de varios pasajeros. Los incidentes comenzaron antes del despegue, cuando un grupo de hombres, que estaban participando en una despedida de soltero, ya mostraban evidentes signos de embriaguez.
Durante el trayecto, los pasajeros en cuestión continuaron con actitudes disruptivas, que incluyeron peleas y gritos, además de desobedecer las indicaciones de la tripulación. Esta situación llevó a la decisión de aterrizar de manera anticipada en Toulouse, donde la policía francesa fue llamada para intervenir.
Los testigos relatan que el aterrizaje fue recibido con aplausos por parte de los demás pasajeros, quienes celebraron la llegada de las autoridades. La intervención policial resultó en la detención de los involucrados, quienes podrían enfrentar cargos por alteración del orden público.
Este suceso destaca la creciente preocupación sobre el comportamiento de los pasajeros en vuelos comerciales, especialmente en vuelos de bajo coste como los de Ryanair. La aerolínea, que ha sido objeto de críticas en el pasado por su manejo de situaciones similares, no ha emitido aún una declaración oficial sobre el incidente.
Los incidentes de pasajeros ebrio son cada vez más comunes, lo que plantea interrogantes sobre la responsabilidad de las aerolíneas y la necesidad de medidas más estrictas para garantizar la seguridad en los vuelos.