El fotógrafo y documentalista Patxi Uriz ha dedicado su vida a explorar el mundo a través de la fotografía, combinando su amor por los viajes con un compromiso profundo con sus raíces navarras. Reconocido por sus trabajos galardonados, como el corto documental Hijos de la Tierra, que recibió el Premio Goya en 2016, Uriz ha recorrido medio mundo en busca de historias que contar y paisajes que inmortalizar.
Su amplia trayectoria incluye el reconocimiento por su fotografía en una boda rural en Angkor, Camboya, que le valió el prestigioso Premio National Geographic en 2008. Sin embargo, su pasión por la fotografía de viajes comenzó de manera casi accidental, cuando dejó su trabajo en una empresa de ambulancias para embarcarse en una misión humanitaria a los Balcanes en 1996.
De Navarra al Kumano Kodo
Uriz ha construido una carrera excepcional que lo ha llevado a ser parte del grupo de expertos de EL PAÍS Viajes. Uno de sus proyectos más emocionantes es el Kumano Kodo, un antiguo camino de peregrinación en Japón que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Este camino, que se hermana con el Caminos de Santiago, ofrece una experiencia única de conexión espiritual y con la naturaleza.
“El Kumano Kodo es un viaje que se puede hacer en una semana caminando, donde cada uno puede hacerlo a su manera”, explica Uriz. A través de este camino, los peregrinos no solo conocen la belleza del paisaje japonés, sino que también se sumergen en una cultura rica y ancestral.
El itinerario de este viaje, programado para mayo de 2026, incluye alojamientos en ryokans tradicionales, donde los viajeros pueden degustar la auténtica comida japonesa y relajarse en onsen, los famosos balnearios naturales japoneses. “Es un camino muy espiritual porque solamente se puede hacer caminando, lo que permite una rápida conexión contigo mismo”, añade Uriz.
Una experiencia transformadora
Uriz describe el Kumano Kodo como una ruta menos turística en comparación con el Camino de Santiago, lo que permite a los viajeros experimentar la cultura japonesa de manera más profunda. Durante el viaje, los participantes tienen la oportunidad de interactuar con monjes y locales, lo que enriquece aún más la experiencia.
El fotógrafo destaca la importancia del respeto por la naturaleza y por las tradiciones locales, afirmando que “cada paso en el camino es una invitación a conectar con el entorno y con uno mismo”. Con un recorrido que abarca impresionantes templos y paisajes naturales, el Kumano Kodo promete ser un viaje inolvidable.
Para aquellos interesados en explorar esta experiencia única, Uriz comparte su conocimiento y habilidades fotográficas, ofreciendo a los viajeros no solo un tour guiado, sino una oportunidad para capturar imágenes significativas. “Caminar por la naturaleza hace que esa semillita, que llevas dentro espiritualmente, germine”, concluye Uriz.
Los interesados en el viaje programado para mayo de 2026 pueden obtener más información en la web de EL PAÍS Viajes, donde también se anuncian otros destinos fascinantes.
