La histórica ciudad de Murten, ubicada en el cantón de Friburgo, ha sido reconocida por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como uno de los mejores pueblos turísticos del mundo, un galardón que destaca su autenticidad y su apuesta por un turismo sostenible. Esta pequeña localidad, a orillas del lago Murtensee, cautiva a quienes la visitan por su casco antiguo, rodeado de impresionantes murallas medievales.
Murten, también conocida como Morat en francés, es un destino que, a pesar de su tamaño, ofrece una experiencia única. Su casco antiguo, con calles empedradas y casas señoriales de estilo barroco, conserva intacta la esencia medieval y está protegido por murallas del siglo XIII, que son de las pocas en Suiza que se pueden recorrer en su totalidad. Desde sus torres de vigilancia se pueden disfrutar vistas impresionantes del lago y de la arquitectura histórica.
Un testigo de la historia suiza
La relevancia de Murten va más allá de su belleza estética; fue el escenario de la célebre Batalla de Morat en 1476, un evento clave en la historia suiza. Durante las Guerras de Borgoña, las tropas suizas lograron vencer al poderoso duque Carlos el Temerario, fortaleciendo así la identidad nacional. Esta victoria histórica se conmemora en la ciudad a través de museos y visitas guiadas que reviven aquellos días decisivos.
Además de su patrimonio histórico, el lago Murtensee es otro de los principales atractivos de la localidad. Con aguas tranquilas, el lago invita a realizar paseos, practicar deportes acuáticos y disfrutar de cruceros que permiten contemplar los viñedos del cercano monte Vully, un mirador natural que ofrece vistas espectaculares de la región y es conocido por su producción de vino blanco fresco y afrutado.
Un modelo de turismo responsable
El reconocimiento de la OMT como Best Tourism Village no es un simple galardón; se otorga a lugares que destacan por preservar su identidad cultural y ofrecer un turismo respetuoso con el medio ambiente. Murten ha sabido combinar la conservación de su patrimonio con una oferta cultural y natural que evita la masificación, convirtiéndose en un modelo de turismo responsable.
Para aquellos que deseen visitar Murten, la localidad se encuentra a tan solo 30 kilómetros de Berna, la capital de Suiza, y está bien conectada por tren. Quienes se alojen en la región de Friburgo pueden beneficiarse de la tarjeta Be my Guest, que ofrece descuentos en actividades como paseos en barco y entradas a museos.
La mejor época para disfrutar de Murten es durante la primavera y el verano, cuando el lago cobra vida y las terrazas del casco histórico son ideales para degustar una fondue acompañada de un vino local. En invierno, el paisaje cambia drásticamente, con las murallas cubiertas de nieve y decoraciones navideñas que realzan su encanto medieval.
En definitiva, Murten no solo es un destino turístico excepcional, sino que también representa un ejemplo de cómo el turismo puede ser sostenible y respetuoso con la herencia cultural y natural de un lugar.