Melilla se encuentra entre las regiones de España que menos han logrado reducir el desempleo en la última década, según los últimos datos publicados por la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Desde 2015, mientras quince comunidades autónomas han conseguido recortar su tasa de paro a la mitad, Melilla solo ha alcanzado una reducción del 28,72%, muy por debajo de la media nacional.
En la actualidad, la tasa de paro en Melilla se sitúa en el 25,91%, la más alta de todo el territorio nacional, superando a Ceuta, que presenta un 23,74%, Extremadura con un 15,48% y Andalucía con un 14,85%. En contraste, comunidades como Cantabria, País Vasco y Baleares han logrado tasas significativamente más bajas, rondando el 7%.
Desigualdades de género y desempleo juvenil
La EPA también revela diferencias de género marcadas en la ciudad autónoma. La tasa de desempleo masculino se ubica en un 21,99%, mientras que la femenina alcanza el 30,77%, mostrando una diferencia de casi nueve puntos. Este dato subraya las dificultades que enfrentan las mujeres al intentar acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones.
En cuanto al desempleo juvenil, Melilla ha experimentado una ligera mejora, con una reducción de casi tres puntos porcentuales en las tasas. Aunque esta disminución es modesta, representa un avance significativo para un colectivo que históricamente ha enfrentado altas tasas de desempleo. Este progreso se atribuye en parte a programas específicos de orientación, formación profesional y fomento del empleo juvenil implementados por diversas administraciones.
Retos estructurales y propuestas de mejora
A pesar de estos avances en el ámbito juvenil, las autoridades locales reconocen que el impacto de estas políticas aún no es suficiente para revertir la situación general del mercado laboral. Comparando Melilla con otras regiones, los datos resultan alarmantes. Comunidades como Galicia, Cataluña, Madrid y Canarias han logrado descensos del paro superiores al 55%, mientras que zonas con altas tasas de desempleo, como Andalucía o Castilla-La Mancha, también han mejorado más que Melilla.
Los expertos señalan que parte de esta discrepancia puede explicarse por la estructura económica local, que depende en gran medida del sector público y los servicios vinculados a la administración. La falta de un tejido empresarial robusto y la inestabilidad de la frontera con Marruecos son factores que han limitado las oportunidades de crecimiento y empleo en los últimos años.
Desde la Ciudad Autónoma, varios responsables han exigido un plan de choque específico para abordar el desempleo en Melilla. Se plantea la necesidad de atraer inversión privada, diversificar los sectores productivos e impulsar el emprendimiento como líneas estratégicas para revertir esta tendencia negativa.
Los datos de la EPA confirman que Melilla continúa siendo una de las regiones con mayores dificultades para consolidar una recuperación sostenida del empleo. A pesar de los tímidos avances en el empleo juvenil, la ciudad aún enfrenta el reto estructural de transformar su modelo económico para ofrecer más oportunidades laborales a su población.
