He estado en Mallorca en agosto y, sorprendentemente, no he encontrado la masificación habitual que se asocia con este destino turístico. En lugar de las aglomeraciones y las largas colas en las playas, descubrí un lugar sereno, ideal para quienes buscan escapar del bullicio. La clave de esta experiencia fue mi estancia en Son Xotano, un hotel rehabilitado en una posessió del siglo XII, situado en el tranquilo municipio de Sencelles, a tan solo media hora en coche de Palma.
Este hotel, restaurado por el estudio Clapés Pizà, sigue los principios del libro «Elementos Básicos de la Arquitectura Popular Balear», lo que le confiere un encanto auténtico. La finca está rodeada por 75 hectáreas de viñedos y olivares, ofreciendo un remanso de paz donde uno puede disfrutar de la vida tradicional mallorquina. La decoración es sobria, con tonos beige y toques de azul, recordando constantemente que estamos en una isla.
Explorando el interior de Mallorca
Durante mi estancia, opté por evitar las playas y calas, siguiendo el consejo de los lugareños que evitan estos lugares hasta bien entrado septiembre. En su lugar, exploré Palma, donde, aunque los cruceristas llenan algunas zonas, es fácil encontrar rincones menos concurridos. Por ejemplo, el Colectivo Sant Feliu 17, un callejón donde diversos creadores se han reunido para trabajar en un ambiente de comunidad y creatividad, lejos del turismo masivo.
Un ejemplo de esto es el ceramista Paparkone y el artista del mosaico Mozaikon, que han encontrado en este espacio un refugio para sus obras. En el fondo del callejón, se ubica el estudio Clapés Pizà, donde los arquitectos intentan preservar la arquitectura tradicional de la isla.
Además, desde Son Xotano, se puede visitar la bodega Santa Catarina, fundada en 1984 por Stellan Lundqvist, quien tomó la audaz decisión de cultivar variedades de uvas nobles en Mallorca. La bodega se nutre de sus vinos y de productos locales de alta calidad, ofreciendo una experiencia gastronómica auténtica que complementa la estancia en el hotel.
Un nuevo enfoque del turismo
La experiencia en Mallorca también me llevó a reflexionar sobre el futuro del turismo en la isla. María Luisa Pries, experta en rediseñar experiencias de viaje, sostiene que es posible descentralizar destinos masificados. Su agencia, Atria Travel, se dedica a enseñar una nueva cara de enclaves muy visitados. Según Pries, la clave está en buscar un equilibrio entre residentes y turistas para lograr un turismo sostenible.
Ella destaca que el 60% de los turistas actuales busca experiencias auténticas, lo que representa una oportunidad para que los destinos se reinventen. Menciona ejemplos como Reschio en Umbría, donde han convertido lo simple en lujo para mantener sus tradiciones. La situación en Mallorca, con la búsqueda de tranquilidad y autenticidad, parece una respuesta a esta tendencia.
En conclusión, mi viaje a Mallorca en agosto me ha permitido descubrir una isla diferente, serena y casi desconocida. La clave está en alejarse de los circuitos turísticos habituales y abrirse a nuevas experiencias, donde la tranquilidad y la autenticidad son las verdaderas protagonistas.