La Cámara Radcliffe, un destacado ejemplo de la arquitectura paladiana en Inglaterra, se ha consolidado como un atractivo turístico en la histórica ciudad de Oxford. Esta impresionante edificación, diseñada por James Gibbs, fue construida entre los años 1737 y 1749 con el propósito de albergar la Biblioteca Científica Radcliffe, gracias a un legado de John Radcliffe que ascendió a 40.000 libras esterlinas. Su diseño inicial fue propuesto por Nicholas Hawksmoor, quien optó por una estructura circular, aunque el resultado final se alejó de dicha propuesta.
Con el tiempo, la Cámara Radcliffe ha evolucionado en su función. Tras el traslado de la Biblioteca Científica a otro edificio, el espacio comenzó a servir como salas de lectura adicionales de la Biblioteca Bodleiana. Hoy en día, alberga una vasta colección de libros, especialmente en las áreas de historia y teología, con espacio suficiente para aproximadamente 600.000 libros en sus salas subterráneas.
Un lugar de referencia para estudiantes y cineastas
La Cámara Radcliffe no solo es un centro académico, sino también un punto de interés cinematográfico. Ha sido escenario de numerosas producciones, incluyendo series y películas como El inspector Morse, Lewis y La brújula dorada, lo que ha contribuido a su popularidad. Su imagen se encuentra en postales y guías turísticas, convirtiéndose en un icono visual de Oxford.
Aunque la entrada a la biblioteca requiere permisos específicos debido a su estatus académico, hay visitas guiadas disponibles que permiten a los visitantes explorar partes de la Cámara Radcliffe. Estas visitas ofrecen una visión fascinante de la importancia histórica de este edificio y su relevancia en la actualidad dentro de una de las universidades más prestigiosas del mundo.
La belleza de un atardecer en Oxford
Un momento ideal para disfrutar de la Cámara Radcliffe es al atardecer, cuando la luz del sol resalta la majestuosidad de su estructura, ofreciendo una experiencia visual cautivadora. Además, se encuentra rodeada de otras edificaciones emblemáticas, como la Iglesia de Santa María y el All Souls College, lo que realza aún más su belleza.
Para aquellos que aprecian la historia y la arquitectura, la Cámara Radcliffe es una visita obligada en Oxford. Su combinación de legado histórico y funcionalidad contemporánea la convierte en un verdadero tesoro que merece ser explorado.
