Gränna, una pintoresca localidad sueca situada a orillas del lago Vättern, no es solo conocida por sus emblemáticos bastones de caramelo. Este encantador pueblo, con apenas 3 000 habitantes, ofrece una combinación única de historia, naturaleza y tradiciones que lo convierten en un destino turístico atractivo.
Un legado dulce y trágico
Una de las figuras más destacadas de Gränna es Amalia Eriksson, quien en el año 1858 inició la producción de los famosos polkagris, caramelos de menta con rayas rojas y blancas. Viuda y con una hija a su cargo, Eriksson transformó su situación en una oportunidad, creando un dulce que ha perdurado a lo largo de los años y que ahora es símbolo de la localidad.
Pero la historia de Gränna también está marcada por la tragedia del explorador Salomon August Andrée, nacido en 1854. Este ingeniero lideró una ambiciosa expedición en 1897 para sobrevolar el Polo Norte en un globo aerostático llamado Örnen. Pese a sus innovaciones, como un sistema de cuerdas para guiar el vuelo, la aventura terminó en tragedia, y sus restos no fueron encontrados hasta 1930 en la isla noruega de Kvitøya.
El Museo de Gränna alberga una exposición dedicada a la odisea de Andrée, que incluye objetos de la expedición y una retrospectiva sobre la exploración en el Ártico y la Antártida. Esta parte del museo resulta fascinante para los visitantes interesados en la historia y los retos de la exploración científica.
Naturaleza y actividades veraniegas
Además de su rica historia, Gränna ofrece una variedad de actividades veraniegas. El lago Vättern, el segundo más grande de Suecia, es un lugar ideal para practicar kayak. Los turistas pueden alquilar canoas y disfrutar de las aguas tranquilas, mientras que los restaurantes locales ofrecen platos de pescado fresco, como trucha arcoíris y salmón.
La isla de Visingsö, accesible en ferry desde Gränna, es otro atractivo destacado. En ella se encuentran las ruinas del castillo Näs, que data del siglo XII, y ofrece vistas impresionantes del lago. Los visitantes pueden disfrutar de recorridos en bicicleta por la isla, donde se encuentran faros y calitas de arena fina, ideales para un día de relax.
Con un clima favorable, gracias a su ubicación entre el lago y los cerros, Gränna también es conocida por sus huertos frutales, que producen deliciosas manzanas, peras y fresas. Las senderos que rodean el pueblo invitan a los visitantes a explorar la naturaleza y disfrutar de la belleza del paisaje sueco.
En definitiva, Gränna es un destino que combina la historia con la belleza natural, ideal para aquellos que buscan una experiencia única en Suecia. Ya sea degustando un caramelos polkagris, explorando la historia polar o disfrutando de actividades al aire libre, este encantador pueblo tiene mucho que ofrecer.