Galicia ha implementado una estrategia de diversificación turística que ha dado resultados notables en los últimos 25 años. Según Xosé Manuel Merelles, director de Turismo de Galicia, esta política busca segmentar la demanda y aprovechar el potencial del Caminos de Santiago, que cuenta con más de 1 500 kilómetros de senderos que atraviesan la comunidad. Cada año, la región recibe a unos 500 000 peregrinos que obtienen la Compostela, una cifra que no se limita a los meses de verano.
La comunidad autónoma ha potenciado su oferta gastronómica durante el otoño, así como la celebración de fiestas tradicionales como los carnavales en invierno. Esta diversificación permite un turismo más desestacionalizado y desconcentrado, beneficiando a diversas localidades y ayudando a combatir la despoblación, un problema significativo en la región. Merelles destaca que Galicia recibe aproximadamente 8,5 millones de visitantes anualmente, lo que representa el 10% del turismo total en España, afirmando que la región no enfrenta problemas de masificación.
Sin embargo, reconoce que hay concentraciones en momentos y lugares específicos, como en la plaza del Obradoiro entre el 15 de julio y el 10 de agosto, o en destinos como Fisterra y Ribeira Sacra. Para gestionar estas situaciones, se han implementado controles de afluencia y regulaciones en los accesos, garantizando una experiencia agradable para todos los visitantes.
El turismo como motor económico
El sector turístico en Galicia ocupa a 84 000 personas, según la última Encuesta de Población Activa, y representa entre el 10% y el 11% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región. Merelles enfatiza que el crecimiento del turismo debe ir acompañado del desarrollo de la población local y de los entornos en los que se opera, señalando que «requiere transversalidad» para asegurar un impacto positivo.
La Estrategia de Turismo de Galicia 2024-2030 pretende fomentar un turismo auténtico y sostenible, tanto social como ambiental y económicamente. Se busca que el turismo se extienda más allá de los meses de julio y agosto y que sus beneficios repercutan en el territorio, poniendo en marcha diversas iniciativas a lo largo del año.
Riqueza cultural y natural
Galicia no solo atrae a turistas por su oferta gastronómica y festiva, sino también por su rica herencia cultural. La región celebra conmemoraciones de los desembarcos vikingos del siglo IX y X, transformando eventos históricos en celebraciones populares. Destacan la romería vikinga de Catoira, que se celebra a principios de agosto junto al río Ulla, y la fiesta normanda de Foz, que recrea una incursión fallida en la playa de Tupide.
En el ámbito deportivo, Manzaneda se posiciona como la única estación de montaña de Galicia, ofreciendo esquí en invierno y actividades de turismo activo durante el resto del año. Sus instalaciones incluyen un bike park, un rocódromo y un parque de aventuras con una tirolina gigante, atrayendo a visitantes de todas las edades.
La riqueza patrimonial de Galicia se manifiesta en emblemáticos monumentos como la catedral de Santiago, la Torre de Hércules y la muralla de Lugo, pero también en lugares menos conocidos como el dolmen de Dombate, que es considerado la catedral del megalitismo en la región, situada en A Coruña.
La costa gallega invita a realizar paseos entre acantilados y playas, y se han recopilado 21 rutas que facilitan la exploración de estos paisajes. Por otro lado, el Paisaje Cultural del Agua de la Ribeira Sacra es la única candidatura española a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, y aunque se espera una decisión sobre su inclusión en 2026, los visitantes ya pueden disfrutar de la impresionante naturaleza y los vinos de esta zona.
Finalmente, la camelia, originaria de Japón, ha encontrado en Galicia un lugar propicio para su desarrollo. Su floración, que ocurre entre noviembre y abril, puede ser admirada en los 10 vergeles gallegos que forman parte del Itinerario Cultural Europeo de Jardines Históricos. El Pazo do Faramello ha sido el último en unirse a esta ruta.
Con estos esfuerzos, Galicia continúa consolidándose como un destino turístico diverso y atractivo, capaz de ofrecer experiencias únicas durante todo el año.
