Situado entre la vibrante Niza y la glamourosa Mónaco, el pueblo medieval de Éze se alza como un destino por derecho propio, ofreciendo una mezcla de historia, belleza natural y encanto que ha atraído a celebridades como Walt Disney. Este enclave mediterráneo, conocido por su arquitectura bien conservada, se ha convertido en un lugar de peregrinación tanto para turistas como para aquellos que buscan inspiración.
La costa de Éze está adornada con villas al estilo Belle Époque que acompañan a los viajeros mientras recorren el camino del litoral hacia Mónaco. Desde la Moyenne Corniche, el pueblecito se erige sobre un laberinto de calles empedradas que ofrecen vistas espectaculares del Mediterráneo. En la Grande Corniche, el Parque Natural de La Revère se presenta como un refugio natural, repleto de senderos que permiten explorar la flora y fauna locales.
Un viaje a través de la historia
Éze es un idilio medieval que sorprende a sus visitantes con su arquitectura antigua. Al atravesar la doble puerta fortificada del siglo XIV, el viajero se sumerge en un ambiente que evoca épocas pasadas. El camino principal, con sus arcos de piedra, conduce al corazón del pueblo, donde se encuentran artesanías y recuerdos en torno a la Capilla de los Penitentes Blancos, también del siglo XIV. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo neoclásico y con un interior barroco, fue erigida en el siglo XVIII, sustituyendo al antiguo templo religioso.
El campanario, con su cuadrante azul, destaca sobre la fachada ocre del edificio, recordando el esfuerzo que supuso transportar los materiales de construcción desde la costa, a más de 400 metros de altura. A pocos pasos, el Jardín Exótico se eleva sobre la costa, en un terreno donde antaño se erguía un castillo medieval. Este jardín alberga especies de diversas partes del mundo y esculturas del artista Jean-Philippe Richard, ofreciendo vistas que, en días despejados, pueden alcanzar la isla de Córcega.
Celebrities y la vida moderna en Éze
Más allá de su zona medieval, Éze ha evolucionado y modernizado su oferta. La Parfumerie – Laboratoire Fragonard, que cumple un siglo, invita a los visitantes a descubrir los secretos de la elaboración de perfumes, un arte que se remonta al siglo XVI en esta región. Gracias a su microclima, Éze cuenta con una variedad excepcional de plantas y flores aromáticas que son la base de sus productos.
El Chemin de Nietzsche, que conecta el pueblo con la playa, refleja el amor del filósofo por esta localidad. A lo largo de sus dos kilómetros, los caminantes pueden encontrar una cascada oculta, haciendo del trayecto una experiencia única. En la playa, bordeada por un bosque de pinos, se encuentra Éze-Bord-de-Mer, que resurgió a finales del siglo XX como un destino de veraneo. Este resurgimiento se debió en parte a la llegada de refugiados rusos tras la revolución de 1917.
El Cap Estel, que cierra la zona al este, aún conserva la residencia de un príncipe ruso, y ha sido el refugio de personalidades como la princesa Antonieta, hermana del príncipe Rainiero de Mónaco. La costa de Éze ha sido elegida por numerosas celebridades para descansar lejos del bullicio, incluyendo a la escritora Georges Sand y la cantante Tina Turner.
La Villa Les Rose, de propiedad del cantante Bono, es un claro ejemplo de cómo la historia y la modernidad se entrelazan en Éze. Este edificio de cuatro plantas, con una fachada rosada, ha recibido a numerosas estrellas de Hollywood, entre ellas Brad Pitt, Angelina Jolie, Robert de Niro, Penélope Cruz y George Clooney.
El Parque Natural de La Revère, con sus mesetas y acantilados conocidos como ‘baous’, ofrece un espacio ideal para desconectar. Una pequeña torre genovesa, reconstruida, brinda vistas panorámicas únicas. Este territorio protegido también alberga antiguos fuertes construidos a finales de 1870. Para los amantes de la naturaleza, la Maison de la Nature ofrece exposiciones sobre la flora y fauna locales, así como rutas de senderismo que presentan la diversidad de la zona.
En resumen, Éze no solo es un pueblo con encanto medieval, sino también un lugar donde la historia se encuentra con la modernidad, atrayendo a visitantes de todo el mundo y dejando una huella imborrable en todos aquellos que tienen la suerte de explorarlo.
