Con la llegada del verano, muchos madrileños buscan refugio del calor en los alrededores de la capital. Aunque Madrid no tiene playa, ofrece varios destinos ideales para escapar del asfalto y disfrutar de la naturaleza. A continuación, proponemos cinco pueblos que se han convertido en el plan perfecto para este verano.
Cercedilla: Naturaleza y relax en la Sierra de Guadarrama
Cercedilla, ubicado en plena Sierra de Guadarrama, es un destino clásico durante todo el año. En verano, los visitantes pueden disfrutar de rutas sencillas como el Camino Schmidt, el Camino del Agua o la Calzada romana antes de que el calor se intensifique. Posteriormente, es posible hacer un picnic en sus áreas habilitadas o darse un chapuzón en las piscinas naturales de Las Berceas, rodeadas de árboles y con espectaculares vistas. Esta zona, que cuenta con más de 30 hectáreas, puede albergar hasta 1 800 personas y ofrece todos los servicios necesarios, incluidos vestuarios, duchas y un parque de aventura en los árboles. Recuerda que, durante los fines de semana, es necesario comprar la entrada online para acceder.
Rascafría: Un paraíso en el Valle del Lozoya
A tan solo una hora de Madrid se encuentra Rascafría, un destino perfecto para combatir las altas temperaturas. En pleno Valle del Lozoya, este pueblo destaca por su belleza paisajística y su frescura. Uno de los puntos más visitados es el Monasterio de El Paular, una joya arquitectónica que merece ser explorada. A escasos pasos, cruzando el famoso Puente del Perdón, se accede a la zona del río, donde se puede disfrutar de su singular bosque finlandés, que parece sacado de un cuento de hadas, con su cabaña de madera y un embarcadero junto al estanque. Para los amantes del agua, las Presillas del río Lozoya ofrecen tres piscinas naturales ideales para refrescarse, aunque es recomendable llegar temprano, sobre todo los fines de semana, para asegurarse un buen lugar.
San Lorenzo de El Escorial: Historia y frescura
No todos los planes para escapar del calor requieren la presencia de ríos o piscinas. A veces, basta con ganar altitud y buscar sombra entre los pinos centenarios de San Lorenzo de El Escorial. Este destino es famoso por su monasterio, construido con gruesos muros de granito que brindan un refugio térmico. Además de su recorrido cultural, es posible perderse en sus jardines, pasear bajo los árboles del bosque de La Herrería o subir al monte Abantos, donde se pueden disfrutar de rutas aptas incluso en los días más calurosos si se madruga un poco. Sin duda, es un plan perfecto para quienes desean huir del calor sin renunciar a la cultura y el arte.
Aranjuez: Un oasis de actividades acuáticas
A pesar de que dirigirse hacia el sur puede parecer poco atractivo cuando las temperaturas suben, Aranjuez tiene varias sorpresas refrescantes. Su palacio real es famoso por haber sido uno de los lugares favoritos de descanso de la monarquía, lo que ya lo convierte en un destino atractivo. Rodeado por los ríos Tajo y Jarama, este oasis ofrece actividades acuáticas como paseos en kayak o paddle surf en aguas tranquilas. Antes o después de disfrutar de un baño en el río, los históricos jardines de Aranjuez, repletos de fuentes, esculturas y flores, son perfectos para una visita a última hora de la tarde.
La tranquila sierra del Rincón: Un recorrido por cinco pintorescos pueblos
Finalmente, para aquellos que desean explorar más de un lugar, la sierra del Rincón alberga cinco encantadores pueblos: Prádena del Rincón, Horcajuelo, Montejo de la Sierra, La Hiruela y Puebla de la Sierra. Cada uno de ellos ofrece características únicas que enamoran a sus visitantes. Horcajuelo destaca por sus calles estrechas y su carácter serrano, mientras que Montejo es famoso por su hayedo, especialmente en otoño. La Hiruela, con su aspecto de decorado, y Puebla, el más aislado entre montañas, completan esta oferta diversa.
Así que ya sabes, si buscas un respiro del calor estival en Madrid, estos cinco pueblos son opciones ideales para disfrutar de la naturaleza y desconectar del bullicio de la ciudad.