La despoblación rural en España ha dado lugar a la existencia de numerosos pueblos abandonados, conocidos como «pueblos fantasma». Uno de estos lugares es Granadilla, un municipio extremeño que ha quedado marcado por su historia y su transformación.
Ubicado en la provincia de Cáceres, Granadilla se encuentra entre los valles de los ríos Ambroz y Alagón. Para llegar a este pueblo, hay que tomar la autovía de la Plata hasta Zarza de Granadilla y, desde allí, un desvío que conduce a la villa. Este pueblo fue originalmente un asentamiento árabe hasta la conquista de Granada, momento en el que los Reyes Católicos le dieron el nombre de Granadilla, buscando evitar confusiones con su antecesor, Granada.
Un pasado lleno de historia
A pesar de que el nuevo nombre no ganó popularidad hasta el siglo XIX, Granadilla fue un lugar significativo hasta principios del siglo XX. En ese periodo, el pueblo quedó completamente despoblado debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán, que transformó el área en una zona inundable, aunque finalmente no afectó al municipio de forma directa.
Desde la segunda mitad del siglo XX, Granadilla ha sido ocupado por el Estado y actualmente forma parte del municipio de Zarza de Granadilla. Este pueblo presenta un carácter militar y defensivo, evidenciado por sus imponentes murallas almohades y su castillo medieval, construido en el siglo XV por orden de don García Álvarez de Toledo, primer Duque de Alba. La muralla, que se remonta al siglo XII, rodea el pueblo en su totalidad, subrayando su importancia histórica.
Patrimonio cultural y turístico
Entre los monumentos destacados se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en el punto más elevado de la villa. También es importante mencionar la ermita del Cristo de la Misericordia, que goza de una gran devoción entre los habitantes de la zona.
El acceso a Granadilla es complicado, ya que se puede llegar únicamente por una carretera desde Zarza de Granadilla. Sin embargo, esto no ha impedido que turistas y curiosos se acerquen a conocer este lugar, declarado Conjunto histórico-artístico en 1980 e incluido en el Programa de Recuperación de Pueblos en 1984. La mezcla de historia y el atractivo de los paisajes naturales hacen de Granadilla un destino interesante para aquellos que desean explorar el patrimonio de Extremadura.
