El precio de la vivienda nueva en Melilla ha experimentado un notable incremento del 14,3% interanual durante el tercer trimestre de 2025, situándose como una de las ciudades españolas donde más ha subido este tipo de inmueble. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por Expansión, este aumento supera ampliamente la media nacional del 8,1%, elevando el coste medio del metro cuadrado en la ciudad autónoma hasta los 2 237 euros.
Con esta cifra, Melilla se posiciona entre los territorios donde más ha aumentado el precio de la vivienda nueva en el último año, siendo solo ligeramente superada por Palma de Mallorca (14,4%) y por delante de Cuenca (14,2%). Este aumento confirma la tendencia alcista que ya se venía registrando, impulsada por factores estructurales como la escasez de suelo disponible y una demanda que sigue creciendo.
Factores que impulsan el aumento de precios
Un análisis reciente publicado por El Faro de Melilla advertía sobre esta situación, detallando que la oferta de vivienda nueva resulta insuficiente para atender la demanda actual. La demanda se concentra principalmente en zonas como el centro de la ciudad, Tesorillo, El Real y áreas en expansión como Rostrogordo. La escasez de promociones activas y retrasos en algunas construcciones están tensionando aún más el mercado.
Los expertos del sector coinciden en que el aumento de precios en la vivienda nueva podría trasladarse también al mercado de segunda mano y al alquiler, afectando a un mayor número de ciudadanos. “Cuando los precios de la vivienda nueva suben con tanta intensidad, es habitual que se produzca un efecto arrastre sobre la vivienda usada y, con ello, sobre los precios del alquiler”, señala el artículo de Expansión.
Impacto en el acceso a la vivienda
Esta situación complica aún más el acceso a la vivienda para muchos melillenses, especialmente jóvenes que buscan emanciparse y familias que necesitan cambiar de residencia. La demanda se ve además reforzada por la llegada periódica de funcionarios, sanitarios y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado destinados en Melilla, quienes también compiten por un mercado de viviendas muy limitado.
Según datos del propio INE, esta tendencia de aumento de precios afecta de manera generalizada a las capitales con mercados más reducidos, donde la falta de suelo y la lentitud en la promoción pública o privada agudizan la presión sobre los precios. En el caso de Melilla, la situación es especialmente sensible, ya que la ciudad apenas ha visto nuevas promociones de vivienda protegida o VPO en los últimos años.
Los programas anunciados por la Ciudad Autónoma en ejercicios anteriores, como durante el Gobierno del PSOE y CpM, han tenido un desarrollo irregular. Algunas de las promociones proyectadas no han llegado a ejecutarse o han sufrido importantes retrasos administrativos.
Ante este escenario, asociaciones vecinales y distintos colectivos sociales reclaman desde hace tiempo políticas públicas más ambiciosas y eficaces para facilitar el acceso a la vivienda. Entre las propuestas se incluyen la movilización de suelo público para nuevas promociones, incentivos para rehabilitación y medidas que regulen el precio del alquiler en zonas tensionadas.
A pesar de estos desafíos, el mercado de la vivienda nueva sigue siendo un foco de interés para inversores particulares. Melilla mantiene cierta rentabilidad inmobiliaria por su singularidad geográfica, su atractivo como destino administrativo y las limitaciones de oferta que favorecen la revalorización de determinadas zonas.
El fuerte incremento del precio de la vivienda nueva en este tercer trimestre marca un nuevo récord en la ciudad y plantea interrogantes sobre la evolución del mercado en los próximos meses. La principal incógnita es si los precios seguirán subiendo o si, por el contrario, la situación acabará estabilizándose. Lo que parece claro es que la tensión en el acceso a la vivienda en Melilla seguirá siendo uno de los principales retos sociales y urbanísticos a corto y medio plazo.
