El Parador de Turismo de Jarandilla de la Vera, ubicado en Cáceres, reabrirá sus puertas el 9 de octubre de 2023 después de casi diez meses de obras de renovación que han requerido una inversión total de 6 millones de euros. Esta cifra incluye dos millones aportados por Paradores y cuatro millones por Turespaña a través de fondos europeos.
Las obras han permitido mejorar la eficiencia energética, la sostenibilidad y la accesibilidad del Parador, adaptándolo a las necesidades de los viajeros del siglo XXI. Asimismo, se ha realizado una redecoración integral que refleja la esencia de la tierra extremeña y realza el patrimonio de este edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Detalles de la renovación y su impacto
La presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, visitó el Parador el pasado martes, donde afirmó que «la espera ha merecido la pena», subrayando que las mejoras «han permitido modernizar el edificio, hacerlo más sostenible y accesible». Sánchez estuvo acompañada por el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, y el alcalde de Jarandilla de la Vera, Fermín Encabo.
Entre las reformas más destacadas se encuentra la renovación integral de la sala de calderas, que eliminará el uso de gasóleo y lo reemplazará por una fuente de energía más eficiente y sostenible. Se estima que esta actuación reducirá en un 49% el consumo energético del Parador en climatización, lo que supondrá un ahorro de más de 30 000 euros anuales en la factura energética y disminuirá la huella de carbono en 115 toneladas de CO2, equivalente a la capacidad de absorción de más de 13 000 árboles adultos.
Además, se están llevando a cabo mejoras en la ‘zona noble’, donde se crearán 14 habitaciones más amplias y se están reacondicionando los baños, sustituyendo las bañeras por platos de ducha para facilitar la accesibilidad. Esta reforma concluirá en diciembre y no afectará a la operativa del establecimiento, según ha detallado Paradores en una nota de prensa.
Arte y modernidad en el Parador
Las instalaciones interiores también han sido objeto de reformas, incluyendo la cocina, que ahora cuenta con una nueva climatización, así como la zona de lavandería, con el objetivo de mejorar los espacios de trabajo y el confort de los empleados. Además, Paradores ha implementado un proyecto integral de decoración que otorga al establecimiento una imagen más moderna, sin olvidar su esencia histórica.
Como parte de esta renovación, se han incorporado tres obras de arte contemporáneo a la colección del Parador. Entre ellas, una pieza de Lin Calle que destaca el paisaje del Valle del Jerte, otra de Sonia Navarro, que rinde homenaje al trabajo textil tradicional y al papel de las mujeres en esta labor, y una obra de Nacho Zubelzu, que visibiliza el mundo rural y la trashumancia, elementos profundamente arraigados en la cultura y tradiciones de Extremadura.
Raquel Sánchez enfatizó que estas obras son una muestra de que en Paradores no solo se reforman y modernizan los edificios, sino que también se cuida de su interior, llenándolos de arte e historia. Estas reformas son parte de un ambicioso plan de transformación que Paradores está llevando a cabo en preparación para su centenario, que se celebrará en 2028, donde se reformará más del 50% de sus edificios con una inversión histórica que supera los 250 millones de euros, buscando una red más moderna, accesible y sostenible, acorde a las necesidades del viajero actual.