Recientemente, el diario estadounidense New York Times ha centrado su atención en las tradiciones estivales de España, especialmente en cómo los españoles han desarrollado costumbres para combatir las altas temperaturas. En su artículo, el medio resalta que la costumbre de la siesta no es una mera casualidad, sino una respuesta cultural arraigada en siglos de convivencia con el calor extremo.
Además, el artículo aborda la grave situación que enfrenta España con los incendios forestales, que han provocado la evacuación de miles de personas en diversas regiones del norte y sur del país. Estos incendios han causado daños significativos, incluso a un yacimiento minero de la época romana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La vida veraniega en Sevilla
En cuanto a la vida veraniega en Sevilla, el New York Times describe la ciudad como un «hervidero del sur de Europa». Los residentes esperan alivio de las olas de calor, que se vuelven cada vez más frecuentes e intensas, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables.
El artículo también observa cómo los restaurantes, especialmente aquellos que atienden a turistas, han adaptado sus servicios para hacer frente al calor. Estos establecimientos ofrecen spritzes y utilizan vaporizadores para refrescar las mesas al aire libre, creando un ambiente más soportable para sus clientes.
Modificaciones en los horarios laborales y familiares
En respuesta a las condiciones climáticas, muchos negocios han comenzado a modificar o acortar sus horarios de trabajo, una medida que cuenta con el respaldo de la ministra de Trabajo de España, Yolanda Díaz. El gobierno ha implementado regulaciones que permiten la suspensión de actividades al aire libre en función de las alertas de calor emitidas por el servicio meteorológico nacional.
Por otro lado, el artículo menciona cómo los horarios para salir con niños han cambiado debido a las altas temperaturas. Muchos padres optan por esperar hasta la noche para llevar a sus hijos a los parques, lo que ha provocado que estas actividades se vuelvan aún más nocturnas, con niños jugando en los parques infantiles a la medianoche.
Esta reflexión del New York Times no solo pone de relieve las adaptaciones culturales de España ante el calor, sino que también subraya la necesidad de encontrar soluciones creativas para convivir con un clima cada vez más extremo.
