martes, noviembre 11, 2025

Descubre las impresionantes piscinas naturales de L’Esquirol en otoño

Las piscinas naturales de L'Esquirol ofrecen rutas espectaculares en otoño, con paisajes únicos y menos aglomeraciones.
por 9 noviembre, 2025
Lectura de 2 min

Visitar las piscinas naturales de L’Esquirol en Girona durante el otoño se presenta como una experiencia única y cautivadora. A diferencia del verano, estas rutas son menos concurridas, lo que permite disfrutar del entorno con mayor tranquilidad. Además, el aumento del caudal de agua y los cambios en la vegetación hacen que los saltos de agua sean aún más espectaculares.

Un recorrido por la naturaleza salvaje

La ruta parte del centro urbano de L’Esquirol, en el carrer Sant Bartomeu, y sigue el antiguo Camí de Sant Jaume. Este camino desciende por senderos agrícolas hasta llegar a la Casa del Pont, donde se encuentra el cruce con la pista que lleva al cauce de la Riera de les Gorgues. Este espacio, apreciado por los habitantes de la comarca de Osona y Collsacabra, está compuesto de calizas y areniscas que han dado lugar a un sistema de pozas y saltos de interés geológico y paisajístico.

El primer conjunto de saltos se encuentra a unos 430 metros de altitud e incluye el Salt de la Gorga Grossa y el Salt del Cabrit. El primero destaca por su altura de aproximadamente 80 metros y su amplia cubeta inferior, convirtiéndolo en una de las pozas más grandes de la zona. Por otro lado, el Salt del Cabrit, aunque de menor desnivel, presenta un entorno de vegetación de ribera bien conservado y un interesante trabajo erosivo visible en su cauce.

Espectaculares vistas y tranquilidad

A medida que se avanza, el sendero cruza el Torrent de les Paganes, uno de los afluentes más importantes de la riera. En su margen derecha se puede encontrar la Font de l’Avi Miquel, una fuente de piedra escondida que añade un toque especial al recorrido. A pocos metros se ubica el Salt d’en Nara, un salto de agua de pequeña altura pero de gran belleza, con una poza circular de fondo rocoso.

El itinerario continúa en ascenso hacia el mirador del Salt de la Barra de Ferro, situado a unos 550 metros de altura. Este mirador ofrece una panorámica impresionante de las pozas escondidas en la riera de les Paganes, que presenta una estructura estratificada única. Aunque el salto principal no es visible desde aquí, el área señala el punto medio del recorrido.

El regreso se realiza por un sendero alternativo que lleva al entorno del Molí d’en Bertrana, donde el cauce se estrecha nuevamente, formando una serie de pozas y resaltes. Las ruinas del molino, cubiertas de vegetación, son un testimonio del antiguo aprovechamiento hidráulico de la zona. En este tramo final, las pozas son más pequeñas y profundas, con corrientes que fluyen entre bloques de piedra pulida, creando un ambiente de remolinos y pequeñas cascadas.

Para quienes deseen emprender esta ruta, es recomendable llegar a L’Esquirol en coche. El trayecto desde Girona dura poco más de una hora, tomando la A-2 hasta la salida de Vic y luego la C-25. Desde Barcelona, el viaje puede tardar cerca de dos horas y media, siguiendo la C-33 y la C-17 hasta Vic, y luego continuando por la C-153. Esta experiencia en la naturaleza es ideal para aquellos que buscan desconectar y disfrutar de la belleza del paisaje en otoño.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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