En el corazón de la provincia de Lugo, se encuentra una de las rutas de senderismo más impresionantes y menos conocidas del noroeste peninsular: la Ruta da Marronda-Alto Eo. Este recorrido circular, homologado por la Federación Galega de Montañismo como PR-G 145, abarca 21,3 kilómetros y ofrece a los amantes de la naturaleza una experiencia única entre frondosos bosques autóctonos y cauces de agua que han moldeado el paisaje durante milenios.
Ubicada en el municipio de Baleira, esta senda invita a explorar las parroquias de A Brana, Martín y Cubilledo, garantizando una inmersión total en la Galicia más auténtica, lejos de las aglomeraciones turísticas. Durante el recorrido, que se puede completar en aproximadamente siete horas, los senderistas descubrirán joyas naturales como la Fraga da Marronda, un espacio protegido que forma parte de la Red Natura 2000 y ha sido declarado Reserva de la Biosfera, destacándose por albergar una de las más importantes reservas de hayas en el suroeste europeo.
Características del recorrido
La ruta se inicia en la pequeña aldea de San Paio y ofrece la flexibilidad de dividirse en dos tramos, adaptándose a distintos niveles de experiencia y disponibilidad temporal. A lo largo del sendero, el caminante se sumerge en un paisaje cambiante que combina caminos tradicionales, pistas forestales y tramos que bordean el nacimiento del río Eo, creando una experiencia sensorial enriquecedora.
Este itinerario sucedió al antiguo GR-1-Ruta da Marronda, actualmente abandonado, y desde su homologación ha cobrado importancia como un recurso esencial para promover la riqueza natural de la comarca. Completamente señalizada según normativa vigente, la ruta permite realizar el trayecto en ambas direcciones, comenzando desde San Paio o desde el A Área Recreativa de A Cortevella.
El primer tramo asciende hacia el este por la Pena Cerrada y luego se dirige al norte hasta llegar a la majestuosa Fraga da Marronda. Este bosque es un ejemplo excepcional de la vegetación autóctona gallega, con un valor ecológico incalculable, lo que justifica su inclusión en los catálogos de espacios naturales protegidos más prestigiosos.
Puntos destacados y patrimonio cultural
Tras atravesar la pintoresca aldea de Mendreiras, el camino desciende hacia el área recreativa de A Cortevella, donde los excursionistas pueden reponer energías disfrutando de vistas panorámicas desde el mirador de O Ferreiro o visitando el molino tradicional que lleva el mismo nombre. Este punto marca el inicio del segundo tramo de la ruta, que sigue el curso del río Eo por ambas orillas hasta regresar a San Paio.
En este segmento, los senderistas cruzan riachuelos como los de A Teixeda y Monte Meán, descubriendo cascadas de impresionante belleza como O Pozo da Ferreira y Acea de Serra, mientras atraviesan el encantador núcleo rural de Cabreira. Varios puentes, como el de Naseiro, facilitan el paso de una orilla a otra del río, concluyendo el recorrido en el punto de partida.
Un aspecto notable de esta ruta es la presencia de castaños centenarios, que fueron cruciales para la economía local en épocas pasadas. Las numerosas ouriceiras, construcciones de piedra que servían para almacenar castañas, enriquecen el patrimonio etnográfico de la zona. La Senda de los Cazadores, uno de los tramos más espectaculares, conecta Cortevella con Cabreira y ofrece vistas a la impresionante Fervenza do Pozo da Ferreira, un salto de agua de difícil acceso que recompensa a los más aventureros.
Desde agosto de 2007, el área recreativa de Cortevella celebra anualmente la Fiesta de la Naturaleza, con el objetivo de promocionar y valorar la Fraga da Marronda y su entorno. Esta iniciativa, que en agosto de 2024 conmemoró su decimoséptima edición, contribuye a la difusión del patrimonio natural de la zona y al fomento del turismo sostenible en una comarca que aún conserva su autenticidad.
Para llegar al punto de inicio en San Paio, los visitantes que procedan de la autovía A-6 deben tomar la salida 493 a la altura de Lugo y enlazar con la carretera LU-530 en dirección a A Fonsagrada. En la localidad de O Cádavo, hay que desviarse por la LU-760 hacia Fonteo y, tras cruzar este núcleo, tomar la carretera LU-P-0405 que conduce directamente a San Paio.
A pesar de su relativo aislamiento, la Ruta da Marronda-Alto Eo ha logrado preservar intactos sus valores naturales y paisajísticos, convirtiéndose en un destino ideal para quienes buscan experiencias auténticas lejos del turismo masificado. Su proximidad al Caminho Primitivo de Santiago añade un aliciente adicional para los peregrinos que deseen explorar estos parajes menos transitados.
Los expertos recomiendan realizar esta ruta en primavera u otoño, cuando los bosques exhiben sus colores más espectaculares y los cauces de agua llevan un caudal óptimo. Sin embargo, cada estación aporta matices diferentes a la experiencia, desde los verdes intensos del verano hasta los paisajes nevados que ocasionalmente cubren estas montañas durante los meses más fríos del año.
Quienes se aventuren a recorrer la Ruta da Marronda-Alto Eo encontrarán mucho más que un simple sendero; este itinerario ofrece una experiencia sensorial completa donde el murmullo del agua, el crujir de las hojas y los aromas del bosque acompañan cada paso. La diversidad biológica de la zona convierte cada metro del recorrido en una oportunidad para el avistamiento de especies vegetales y animales, algunas de las cuales son difíciles de encontrar en otros puntos de la geografía española.
Los amantes de la fotografía encontrarán en estos parajes innumerables oportunidades para capturar imágenes únicas, especialmente durante las primeras horas de la mañana, cuando la niebla se enreda entre los árboles creando atmósferas casi mágicas. Por su parte, los aficionados a la observación de aves disponen de numerosos puntos estratégicos desde donde avistar las especies que habitan en estos bosques y riberas.
Con un desnivel acumulado considerable y tramos que requieren cierta preparación física, esta ruta no es apta para todos los públicos. Sin embargo, la posibilidad de dividirla en etapas más cortas la hace accesible incluso para senderistas con experiencia moderada. Es imprescindible llevar calzado adecuado, ropa de abrigo incluso en verano, así como provisión de agua y alimentos.
En definitiva, la Ruta da Marronda-Alto Eo representa uno de esos tesoros escondidos que Galicia aún conserva para quienes buscan experiencias auténticas en entornos naturales de excepcional valor, permitiendo descubrir la esencia de una tierra donde la naturaleza sigue marcando los ritmos de la vida.
