jueves, octubre 23, 2025

Descubre el auténtico oeste de Sicilia: playas e historia

Las serpenteantes carreteras del oeste siciliano esconden playas vírgenes y una rica historia que sorprende al viajero.
por 15 octubre, 2025
Lectura de 2 min

Los turistas que aterrizan en Palermo a menudo se dirigen hacia el este de Sicilia, convencidos de que sus mayores tesoros se encuentran en la costa opuesta. Sin embargo, el oeste de la isla, con más de 25 000 kilómetros cuadrados, ofrece un sinfín de joyas que merecen ser exploradas. Esta alternativa se presenta como una invitación a descubrir un turismo más local y auténtico, principalmente visitado por italianos del norte, especialmente de Lombardía.

A diferencia de la costa este, mucho más accesible, el oeste requiere un poco más de esfuerzo. Alquilar un vehículo en Palermo o Trapani puede ser un reto para quienes no están familiarizados con las serpenteantes carreteras sicilianas. Muchos visitantes optan por llegar en ferry desde Génova con su propio coche, caravana o moto, lo que añade un toque de aventura al viaje. Una vez superado el miedo a conducir entre los audaces conductores locales, se descubre que las playas de esta zona son muy diferentes: en lugar de arena blanca, muchas tienen piedras y son accesibles solo tras un recorrido que puede resultar complicado.

Marsala: Vino y leyendas en la costa oeste

Al avanzar hacia el oeste, Marsala se convierte en una parada obligatoria. Esta ciudad, famosa por su vino, fue fundada por los fenicios y es un lugar lleno de encanto e historia. Entre sus atractivos destaca el Museo Arqueológico Baglio Anselmi, donde se puede ver el excepcional barco púnico de Marsala, que participó en la Primera Guerra Púnica. Además, las bodegas de la ciudad, como Pellegrino, Donnafugata y Florio, ofrecen visitas guiadas que permiten conocer la rica tradición vinícola de la región.

El vino de Marsala, con una graduación que ronda el 19%, ha alcanzado fama internacional, y su historia está íntimamente ligada a la familia Florio, cuyos orígenes como farmacéuticos en Palermo les llevaron a convertirse en magnates del vino. La bodega Florio, con sus impresionantes toneles centenarios, es un ejemplo del legado que combina tradición y calidad.

Pero Marsala no solo se trata de vino; su centro histórico invita a perderse por sus callejuelas, donde se puede visitar la Porta Garibaldi, símbolo del desembarco de Garibaldi en mayo de 1860. El mercado local y la catedral en la plaza de la República son otros puntos de interés que destacan la cultura siciliana, así como los restaurantes que ofrecen delicias culinarias.

Trapani y las Egadas: un paraíso por descubrir

Al continuar el viaje hacia Trapani, es fácil dejarse llevar por la belleza del paisaje. Aunque a menudo se la considera un simple punto de paso, Trapani tiene mucho que ofrecer, desde su puerto histórico hasta su variada oferta gastronómica. La pasta busiate al pesto trapanese y el atún encebollado son solo algunas de las delicias que se pueden degustar en sus restaurantes chic.

Desde Trapani, se puede acceder a las islas Egadas en un corto trayecto en barco. Favignana, la mayor de ellas, es perfecta para explorar en bicicleta, disfrutar de sus calas de agua cristalina y degustar el atún fresco en el puerto. A pesar de que la isla tiene apenas 4 000 habitantes, durante el verano puede recibir hasta 60 000 visitantes, lo que convierte a los meses de septiembre y octubre en la mejor época para visitarla.

El recorrido por el oeste de Sicilia ofrece también la posibilidad de descubrir playas vírgenes y paisajes naturales casi intactos, como los de la Riserva Naturale dello Zingaro. Con sus siete kilómetros de costa virgen y calas escondidas, esta reserva es un paraíso para los amantes de la naturaleza, donde no hay coches ni cobertura móvil, solo la belleza del mar Mediterráneo.

El viaje culmina en las playas de Scopello y el pintoresco pueblo de Castellammare del Golfo, ideal para establecer una base y disfrutar de la tranquilidad. Aquí, es posible encontrar calas menos concurridas y disfrutar de una cena con vistas al mar. Si se prefiere la historia, no hay que perderse el templo griego de Segesta o el medieval Erice, donde un castillo ofrece vistas espectaculares.

En resumen, el oeste de Sicilia es un destino que sorprende por su autenticidad, su historia y su belleza natural, ofreciendo a los viajeros una experiencia única lejos del bullicio turístico.

Redacción

Equipo editorial especializado en actualidad ibérica, economía y política. Información rigurosa y análisis profundo de España y Portugal las 24 horas del día.

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