La provincia de Huelva alberga un rincón andaluz poco conocido que combina historia, naturaleza y tranquilidad. Se trata de Cortegana, un pueblo donde el bullicio de las grandes ciudades parece no haber llegado, convirtiéndolo en un destino ideal para quienes buscan desconectar y recargar energías en un entorno natural.
Cortegana se caracteriza por su belleza arquitectónica, con calles empedradas y casas encaladas que ofrecen un viaje al pasado. Entre sus atractivos más destacados se encuentra el castillo medieval, un bien de interés cultural que se alza imponente sobre la localidad. Totalmente restaurado, no solo es un testimonio del pasado, sino que también brinda unas vistas espectaculares de la serranía que rodea al pueblo.
Un legado histórico y cultural
La historia de Cortegana se entrelaza con la de Menard, una ciudad de Texas, gracias a la figura de Fray Alonso Giraldo, un religioso franciscano nacido en este pueblo que fue fundamental en la fundación del estado estadounidense. Este vínculo histórico añade un atractivo especial a la localidad, haciendo de Cortegana un lugar único en Andalucía.
Además del castillo, la Ermita de la Virgen de la Piedad, construida en el siglo XIII, representa la primera presencia cristiana en la zona. Situada en un jardín elegante, esta ermita junto al castillo forma un recinto cultural de más de trescientos metros cuadrados. A medida que descendemos por el pueblo, encontramos la Iglesia del Divino Salvador, un magnífico ejemplo de estilo gótico mudéjar, levantada entre los siglos XIV y XVI, que atesora la Portada del Perdón, vestigio del templo original.
Tradición y naturaleza en Cortegana
Como en muchos pueblos de Huelva, el casino juega un papel importante en la vida local. El Casino de Arriba, situado en la plaza de la iglesia, es una obra modernista del arquitecto Pérez Carasa, destacando por su diseño y su relevancia social. Justo en la Plaza de la Constitución se encuentra otro casino, conocido como el «casino de abajo», que también merece una visita.
La riqueza natural de Cortegana es otro de sus grandes atractivos. Rodeado de montes y bosques, el pueblo es el punto de partida ideal para disfrutar de la naturaleza. Los senderos que se encuentran en sus alrededores permiten explorar frondosos bosques de encinas y alcornoques, así como arboledas de choperas y olmos que se bañan en arroyos y ríos. Una ruta recomendada es la de los Molinos de Agua de Cortegana, un recorrido circular de 8 kilómetros que invita a descubrir la vegetación autóctona y los restos de antiguos molinos harineros.
En conclusión, Cortegana es un destino que combina historia, cultura y naturaleza, ideal para aquellos que buscan una escapada tranquila en un entorno privilegiado. Su conexión con Texas a través de Fray Alonso Giraldo y su patrimonio histórico hacen de este pueblo un lugar digno de visitar.
