La desconexión con la naturaleza se ha vuelto un desafío en la vida moderna, especialmente en las grandes ciudades donde el ritmo frenético se ha adueñado del día a día. Sin embargo, en Cataluña, existen alternativas para reconectar con el entorno natural. En otoño, los bosques se llenan de buscadores de setas, mientras que las rutas de montaña atraen a quienes buscan un respiro en piscinas naturales y hayedos. En este contexto, surge una experiencia singular en un pequeño pueblo de Girona: caminar descalzo por el bosque.
Una experiencia sensorial única
Ubicado en Arbúcies, el espacio conocido como La Selva de l’Aventura ofrece una actividad innovadora llamada Camina Descalç. Esta propuesta invita a los participantes a despojarse de zapatos y dispositivos móviles, permitiendo así una inmersión total en la naturaleza. El recorrido, de aproximadamente 1,5 kilómetros y con una duración estimada de una hora y media, se desarrolla en un entorno natural que incluye una variedad de texturas y sonidos que estimulan los sentidos.
El camino está diseñado para ofrecer un redescubrimiento de lo esencial: la conexión directa con la tierra. A lo largo del trayecto, los visitantes pueden experimentar la tierra húmeda, la arena caliente y la hierba fresca, lo que contrasta con las sensaciones que se viven en la vida urbana. Cada sección del recorrido está pensada para activar uno de los cinco sentidos, lo que contribuye a una experiencia enriquecedora y única.
Actividades para todos los públicos
El circuito está dividido en diversas áreas que estimulan los sentidos de maneras diferentes. En la sección dedicada al tacto, los participantes caminan sobre una variedad de materiales como arena fina, corcho y barro. También se permite jugar con el agua que fluye por pequeños canales, lo que añade un componente lúdico al recorrido.
La música natural cobra vida en otra área, donde los asistentes pueden tocar instrumentos como campanas y gongs. Además, hay espacios destinados a escuchar los sonidos del bosque, como el canto de los pájaros y el susurro del viento entre las ramas. El sentido de la vista se estimula mediante un juego que invita a los visitantes a buscar reproducciones metálicas de animales escondidas entre los árboles.
El olfato también tiene su espacio, con una variedad de hierbas aromáticas plantadas a lo largo del camino. Los aromas son una parte integral de la experiencia, ya que los visitantes aprenden a reconocer olores que pueden encontrar en sus futuras escapadas a la naturaleza.
La experiencia culmina en una zona de descanso, equipada con bancos de madera y hamacas, donde los participantes pueden relajarse y disfrutar del paisaje. Este momento final establece una conexión íntima entre el visitante y el entorno natural.
Con un precio que oscila entre 6 y 8 euros, la actividad es accesible para todos. No se requiere una preparación física especial, aunque sí se aconseja llevar ropa cómoda y una toalla para secar los pies tras la experiencia.
La Selva de l’Aventura se encuentra a corta distancia del centro de Arbúcies, accesible fácilmente por la carretera C-25 y con aparcamiento disponible, lo que la convierte en una opción ideal para una escapada desde Barcelona o Girona.
Desde Girona, el trayecto por la C-63 hacia Santa Coloma de Farners dura aproximadamente una hora. Para quienes viajan desde Barcelona, la opción más rápida es tomar la AP-7 hasta la salida 10 (Hostalric) y continuar por la GI-552 hasta llegar a Arbúcies, un recorrido de alrededor de una hora y cuarto.
Esta experiencia sensorial en el bosque de Arbúcies no solo permite desconectar de la rutina diaria, sino que también ofrece una forma única de reconectar con la naturaleza, convirtiéndose en un plan ideal para disfrutar en familia o con amigos.
