Canillas de Aceituno, un pintoresco pueblo ubicado en la Sierra de Tejeda, se ha consolidado como un destino turístico imperdible en la provincia de Málaga. Conocido por su arquitectura blanca y su entorno natural, este municipio se caracteriza por su rica historia y cultura, reflejadas en cada rincón de sus calles curvadas y miradores.
Un destino cultural y natural
Formando parte de la red de Pueblos Mágicos de España, Canillas de Aceituno ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar un pasado que abarca épocas musulmanas, romanas y fenicias. Desde los miradores de Blas Infante y de la Virgen, se pueden contemplar vistas impresionantes de la Axarquía, un espectáculo que combina belleza natural con patrimonio histórico.
Los amantes de la naturaleza encontrarán en este pueblo un paraíso ideal para el senderismo. La ruta del Saltillo, famosa por su puente colgante sobre el río Almanchares, promete aventuras emocionantes y panoramas inolvidables. Además, la cueva de la Fájara y el nacimiento del río Bermuza permiten descubrir formaciones geológicas únicas y cascadas que embellecen el paisaje, donde la fauna y flora local prosperan en un entorno casi virgen.
Gastronomía y tradición
La gastronomía de Canillas de Aceituno es otro de sus atractivos. Platos como el chivo lechal, la morcilla y las tortas de aceite destacan por su sabor y autenticidad, encapsulando el espíritu culinario de la región. Los bares del pueblo invitan a disfrutar de comidas caseras elaboradas con productos locales, lo que convierte cada comida en una experiencia única.
Canillas de Aceituno no es solo un pueblo blanco; es una invitación a un viaje lleno de historia, paisajes y sabores. Para aquellos que deseen desconectar de la rutina y sumergirse en la esencia de Málaga, este destino se presenta como un lugar imprescindible que combina naturaleza, cultura y gastronomía en un solo lugar.
