La pequeña ciudad de Blanes, situada en la Costa Brava y en la frontera entre Girona y Barcelona, se convirtió en el refugio del aclamado escritor chileno Roberto Bolaño desde su llegada en 1985. Escapando del bullicio de Barcelona, buscaba un lugar más tranquilo donde poder concentrarse en su escritura.
En Blanes, Bolaño encontró un entorno que favorecía su proceso creativo. Durante los 15 años que residió allí, el autor se sumergió en la vida local, realizando actividades cotidianas como ir al supermercado y socializar con otros escritores. Se dice que fue en esta localidad donde comenzaron a gestarse obras fundamentales como Los detectives salvajes y 2666.
La conexión de Bolaño con Blanes
A pesar de que Bolaño es considerado uno de los escritores más importantes de su generación, su legado en Blanes parece ser discreto. No existen placas conmemorativas ni museos dedicados a su figura, aunque los lugareños recuerdan con cariño sus paseos por la playa de S’Abanell y sus visitas a la librería Sant Jordi, donde firmó ejemplares antes de alcanzar la fama.
En una de sus últimas entrevistas, Bolaño expresó su cariño por la ciudad, afirmando: «Blanes es un lugar muy bonito. No se puede uno morir aquí, da demasiada pena». Esta declaración refleja el apego que sentía por un lugar que le ofreció serenidad y un espacio para crear.
Atractivos de Blanes
La belleza natural y cultural de Blanes ha atraído a numerosos visitantes. La localidad cuenta con una extensa costa donde se encuentran playas icónicas como Sant Francesc y la íntima Treumal. Uno de sus principales atractivos es el Jardín Botánico Marimurtra, que alberga más de 4 000 especies vegetales y ofrece impresionantes vistas al Mediterráneo.
El centro histórico de Blanes mantiene su encanto marinero, con calles estrechas y un mercado de frutas y pescados que refleja la tradición local. Además, el Castillo de Sant Joan, una construcción del siglo XI, proporciona una panorámica espectacular de la bahía y es un punto de interés para los turistas.
A lo largo del año, Blanes celebra varias festividades, destacando la famosa competencia internacional de fuegos artificiales que atrae a miles de visitantes cada verano.
La accesibilidad de Blanes es otro de sus puntos fuertes. La línea R1 de Rodalies conecta la ciudad con Barcelona en aproximadamente una hora y 40 minutos, mientras que en coche el trayecto se reduce a una hora y cuarto, aunque puede haber retenciones.
En resumen, Blanes no solo fue el hogar de Roberto Bolaño, sino que también es un destino que combina belleza natural, cultura y un ambiente acogedor, convirtiéndose en un lugar que deja huella en quienes lo visitan.