La reciente adquisición del Hotel Banke en París ha puesto de manifiesto la creciente presencia de Amancio Ortega en el sector hotelero, alcanzando ya un total de 2 000 habitaciones en diversos establecimientos de lujo. Esta compra, valorada en 97 millones de euros, señala un movimiento estratégico del fundador de Inditex, cuya firma de inversión, Pontegadea, ha comenzado a dejar una huella significativa en el ámbito de la hospitalidad.
El Hotel Banke, un emblemático establecimiento de cinco estrellas situado junto a la Ópera Garnier, fue adquirido a la Derby Hotels Collection y ahora será gestionado por Radisson Collection, parte del grupo chino Jin Jiang. Esta asociación resulta beneficiosa para ambas partes: Radisson expande su marca en un mercado clave como París, mientras que Ortega refuerza su proyecto Grand Opera.
Una cartera hotelera en expansión
La cartera hotelera de Ortega, aunque discreta en comparación con sus activos inmobiliarios, ha crecido notablemente en los últimos años. Aparte del Hotel Banke, cuenta con el Eurostars Magnificent Mile en Chicago, gestionado por el grupo español Hotusa, y el EPIC Hotel en Miami, operado por Kimpton, parte del grupo IHG. En España, Ortega ha invertido en el Senator Playaballena, un resort familiar en Rota (Cádiz), y en dos hoteles boutique de la cadena escandinava Nobis en Palma de Mallorca.
Estas inversiones se alinean con una tendencia más amplia en el sector hotelero, donde cada vez menos cadenas mantienen la propiedad de los inmuebles que gestionan. Esto ha permitido que fondos de inversión, aseguradoras y oficinas familiares como Pontegadea encuentren en la hotelería una vía de diversificación patrimonial con rendimientos estables.
La nueva generación y el futuro hotelero
La implicación de la hija de Ortega, Sandra Ortega, también revela un interés familiar en el ámbito hotelero. Aunque dejó su participación en Room Mate Hotels tras tensiones societarias, Sandra ha diversificado su inversión en activos de alto valor, incluyendo el lujoso hotel Bulgari de París. Además, está desarrollando el proyecto Na Praia en Portugal, un ambicioso resort en la costa, en colaboración con el empresario portugués José Antonio Susa Uva.
A pesar de los desafíos en la obtención de permisos ambientales, el proyecto sigue adelante con una inversión prevista de 250 millones de euros. Esto demuestra que la familia Ortega continúa con su legado en el sector hotelero, buscando oportunidades de crecimiento y expansión en un mercado complejo y competitivo.
La evolución del imperio hotelero de Amancio Ortega y su familia no solo refleja su capacidad de inversión, sino también su visión a largo plazo en un sector que ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas.