Anabel Pantoja se encuentra a un paso de alzarse con la victoria en la segunda edición de Bailando con las estrellas. Junto a ella, Jorge González, Nona Sobo y Nerea Rodríguez también han logrado llegar a la final con sus respectivas parejas. Sin embargo, el camino de la influencer ha estado marcado por la polémica, especialmente en lo que se refiere a su capacidad para competir en la pista, ya que muchos cuestionan si realmente merece ser finalista.
En una reciente conversación con BLUPER, Anabel defendió su presencia en la final, afirmando:
«Merezco estar en la final porque así lo ha decidido el público. Entiendo que la gente pueda tener una opinión, pero llegar a la masacre del tongo…»
Estas declaraciones hacen eco de las críticas que ha recibido, las cuales califica de «dañinas».
La situación que vive Anabel recuerda a la de su amiga Belén Esteban, quien también enfrentó acusaciones de tongo durante su participación en el programa ¡Mira quién baila!. Anabel señala que, a pesar de las críticas, la gente apoyaba a Belén, quien, aunque no era la mejor bailarina, contaba con un gran respaldo del público. «También a ella se le acusó de tongo, dijeron que no se merecía ganar», comenta, recordando que Edurne también era una competidora fuerte, pero al final, esto es un concurso.
La concursante de Bailando con las estrellas se muestra agradecida por la experiencia:
«Ha sido un regalo para mí porque ha sido pasar del cero al 100.»
Anabel ha expresado su deseo de compaginar sus proyectos en redes sociales con más trabajos en televisión, especialmente en el ámbito de los realities. Incluso bromea:
«Volvería a ‘Supervivientes’ para quedarme delgada y ganar dinero.»
Al ser preguntada sobre cómo ha manejado la carga de trabajo y su rol de madre, Anabel asegura haber estado bien organizada, contando con el apoyo de su pareja y su madre. “Nos hemos apañado bien, porque tenemos en casa una buena pareja y una buena mami que nos ayuda”, dice, mostrando su capacidad de adaptación y superación.
En relación a las críticas y acusaciones de tongo, Anabel intenta no prestar atención.
«Llevo bastantes años en esto de las críticas y me parece injusto que sean injustos conmigo»,
afirma, haciendo hincapié en que el programa tiene un enfoque de entretenimiento, donde el público tiene la palabra:
«La audiencia es la que vota.»
Anabel destaca que el espectáculo no solo se basa en la perfección del baile, sino también en la conexión emocional que establece con la audiencia.
Álvaro Cuenca, su compañero de baile, también ha defendido a Anabel, declarando:
«Yo veo absurdo lo del tongo, porque si te gusta Anabel, te gusta verla bailar…»
Su apoyo ha sido clave en este proceso, donde ambos han tenido que compaginar sus vidas personales con los intensos ensayos, que se llevaban a cabo de lunes a jueves, con una carga emocional y física considerable.
Finalmente, Anabel se plantea su futuro en televisión tras concluir el programa.
«Ahora mismo déjame que acabe el programa, pero yo sigo con lo mío, con mis colaboraciones, mis redes…»
A pesar de la incertidumbre, se muestra optimista y decidida a continuar su carrera en el mundo del entretenimiento.
La trayectoria de Anabel Pantoja en Bailando con las estrellas es un reflejo de cómo la percepción pública puede influir en la realidad de un concursante, y cómo el público tiene el poder de decidir en última instancia quién merece ser el ganador. Su historia resuena con muchos que han enfrentado críticas, recordando que, al final, el apoyo del público puede ser un factor decisivo en el ámbito del entretenimiento.
