El Real Madrid se enfrenta a un momento crucial este domingo en su regreso a la competición liguera. La necesidad de derrotar al Alavés es imperiosa, ya que el equipo busca ver algo de luz al final del oscuro túnel que atraviesa en las últimas semanas. Los números son preocupantes: en los últimos ocho partidos, solo ha logrado ganar dos. A esto se suma una sensación de vulnerabilidad y descomposición dentro del equipo, acentuada por las lesiones que lo han dejado mermado.
La situación en la enfermería se ha vuelto crítica, con diez jugadores actualmente fuera de acción. Entre las bajas se encuentran nombres importantes como Dani Carvajal, Éder Militao, Trent Alexander-Arnold, David Alaba, Ferland Mendy y Antonio Rüdiger. Además, Eduardo Camavinga parece casi descartado y Kylian Mbappé podría no arriesgarse. Las expulsiones de Fran García, Álvaro Carreras y Endrick solo agravan la situación. Para colmo, también hay tres jugadores en duda: Dean Huijsen y Fede Valverde podrían llegar a tiempo, aunque con riesgo de agravar sus condiciones. En total, el equipo afronta el partido con diez ausencias confirmadas y tres más en el aire.
Uno de los jugadores que podría ser clave en esta situación es Franco Mastantuono. Desde su llegada al Real Madrid tras el Mundial de Clubes, se ha convertido en una pieza fundamental para Xabi Alonso. Aunque su contribución numérica es modesta —solo ha anotado un gol y no ha dado asistencias—, su presencia en el campo aporta algo intangible: garra, físico, lucha y un fuerte sentido de equipo. Con el sistema 4-3-3 que tanto le gusta a Alonso, Mastantuono se ha mostrado eficaz recuperando balones y conectando con el ataque.
Sin embargo, su ausencia en los últimos ocho partidos ha coincidido con una caída en el rendimiento del equipo. Aunque ha estado en el banquillo durante los últimos cuatro encuentros, no ha disputado ni un solo minuto. Xabi Alonso ha explicado que Mastantuono está en proceso de recuperación de una pubalgia y que necesita entrenar más para volver a su mejor forma. A pesar de esto, su falta de minutos en partidos críticos ha generado interrogantes sobre su situación.
La dinámica del equipo parece haberse visto afectada por su ausencia, y el debate sobre por qué no ha jugado, incluso en partidos donde la necesidad era mayor, sigue abierto. Tal como ha señalado Alonso, “Franco está recuperando la forma”, lo que deja entrever que hay un complejo equilibrio entre la salud del jugador y las necesidades del equipo. Quizá la decisión de no arriesgarlo se debe a su juventud y a la complejidad de su lesión, como han demostrado otros futbolistas jóvenes que han lidiado con problemas similares.
En el horizonte, el partido contra el Alavés se presenta como una oportunidad no solo para buscar una victoria que alivie las tensiones, sino también para evaluar la capacidad de jugadores como Mastantuono para regresar y contribuir a la recuperación del equipo. Con el Real Madrid en una situación delicada, la pregunta persiste: ¿será este el momento de la reaparición de Mastantuono y qué impacto tendrá en el rendimiento colectivo? En este contexto, el equipo necesita urgentemente encontrarse a sí mismo y, quizás, algunos de sus jugadores clave serán fundamentales para recuperar la confianza y el nivel que se espera del club más laureado de España.
