La agrupación de voluntarios de Protección Civil de A Pobra se enfrentó la pasada madrugada a un arduo trabajo debido al impacto de la borrasca Bram, que dejó un reguero de incidencias en la localidad. Con rachas de viento que alcanzaron los 100 kilómetros por hora, fueron necesarios diversos operativos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Uno de los incidentes más significativos ocurrió en la Rúa Castelao, donde se produjo la rotura de la loneta de un andamio en un edificio en obras. Esta situación obligó a cortar el tráfico con vallas y señales de prohibido el paso desde las once de la noche del lunes hasta las ocho de la mañana del día siguiente, momento en el que los operarios llegaron para hacerse cargo de la situación.
Además, los voluntarios de Protección Civil tuvieron que recolocar varios contenedores de basura que fueron arrastrados por el viento en el casco urbano, especialmente en el Paseo do Areal. También retiraron un árbol caído en la capilla de A Guadalupe dos Casás alrededor de las dos de la madrugada y algunas ramas caídas cerca del arenal de A Illa. Entre las intervenciones, se incluyó la eliminación de dos balsas de agua que se formaron en el vial junto a la playa de Cabío y la caída de cuatro cables del tendido telefónico en Alto do Maño, O Castro, A Ribeiriña, y Ouxo entre las cuatro y las diez de la mañana. También se reportó la caída de otro cable del tendido eléctrico en Caiños.
Un aspecto curioso de la noche fue la recuperación de un reno del alumbrado navideño que se encontraba en la Praza de Galicia. Este adorno apareció arrancado, y las primeras indagaciones sugieren que no fue consecuencia del viento, sino más bien un acto vandálico o un intento de robo. La situación del reno refleja un lado inquietante en medio del caos que trajo la borrasca.
El trabajo de Protección Civil no solo implicó la respuesta a emergencias, sino también la salvaguarda del ambiente festivo que caracteriza la localidad durante esta época del año. La intervención para enganchar de forma provisional los elementos del alumbrado que se desprendieron de las columnas en los jardines Valle-Inclán fue fundamental para mantener el espíritu navideño en medio de la adversidad.
Al final de la noche, el trabajo incansable de los voluntarios de Protección Civil fue clave para mitigar los efectos de la borrasca y garantizar la seguridad de la población de A Pobra. Sin duda, su labor destaca la importancia de contar con un sistema de emergencias preparado para enfrentar las inclemencias del tiempo y otros imprevistos que puedan surgir.
