El reciente enfrentamiento verbal entre Lewis Hamilton y John Elkann, presidente de Ferrari, ha captado la atención del mundo de la Fórmula 1. Durante una rueda de prensa en Las Vegas, Hamilton reaccionó a las polémicas declaraciones de Elkann, quien recomendó a los pilotos de la escudería «hablar menos y centrarse en el pilotaje». Aunque el siete veces campeón mundial evitó profundizar en las afirmaciones del dirigente italiano, sí quiso aclarar un punto crucial.
Al ser preguntado si podía centrarse aún más en el pilotaje, Hamilton respondió rotundamente: “No, no puedo. No puedo. Me levanto pensando en pilotar, me acuesto pensando en pilotar, y pienso en pilotar mientras duermo. Si acaso, tengo que centrarme en desconectar más”. Esta declaración subraya el compromiso y la dedicación del piloto británico hacia su profesión y el equipo.
El piloto de Mercedes describió el año como «increíblemente intenso», siendo el más duro que ha vivido. «He estado en la fábrica más que nunca porque había muchas cosas que hacer. Y ha sido muy duro cuando trabajábamos en algo y luego íbamos hacia atrás», comentó Hamilton. A pesar de los desafíos, Hamilton se muestra optimista: “Respaldo al equipo y a mí mismo al cien por cien. Sé que cuando hagamos las cosas bien será increíble y estoy deseando que llegue ese momento», afirmó con confianza, consciente de que su éxito también genera expectativas en los medios que lo siguen.
Durante la misma conferencia, Hamilton reveló que mantiene una buena relación con Elkann, señalando que «hablan prácticamente cada semana». En respuesta a las críticas, el piloto enfatizó que no había prestado mucha atención a las afirmaciones del presidente de Ferrari, aclarando que su mensaje en redes sociales tras el GP de Brasil no era una reacción a las palabras de Elkann. En tono de broma, añadió: “¿Hablamos mucho? Siempre estoy dispuesto a hacer menos tiempo con los periodistas…”.
Hamilton también reflexionó sobre la reputación de Ferrari, mencionando que «en este equipo hay mucha pasión, es Ferrari, siempre habrá mucha atención y no siempre de la manera positiva». Con una clara intención de fomentar un ambiente de trabajo positivo, concluyó: “Pero estamos comprometidos para darle la vuelta y yo estoy plenamente comprometido con que el equipo crezca. Sinceramente, creo que llegaremos donde debemos llegar”.
La tensión entre los equipos y las expectativas de los pilotos son parte inherente del espectáculo de la Fórmula 1. Este cruce de palabras no solo refleja la presión que enfrentan los pilotos, sino también la lucha continua de cada escudería por alcanzar la excelencia en un deporte donde cada detalle cuenta. La próxima carrera será una oportunidad para que Hamilton y Ferrari demuestren que, a pesar de las controversias, su enfoque sigue siendo el mismo: ganar.
