El Ministerio de Hacienda y el Sector Agrario: Un Borrador Decepcionante para 2026
El Ministerio de Hacienda ha presentado un borrador continuista para el ejercicio fiscal de 2026 que ha decepcionado al sector agrícola. La propuesta, que se basa en la Orden de Módulos, se resume en una clara expresión: «más de lo mismo». A pesar de que la rentabilidad de las explotaciones agrícolas sigue estando en la cuerda floja, el Gobierno de España ha decidido replicar las condiciones del año anterior, ignorando las demandas estructurales de la ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) para aliviar la presión fiscal sobre el agricultor profesional.
SIN BALÓN DE OXÍGENO. La principal crítica de la organización agraria se centra en la omisión de bonificaciones extraordinarias, que durante los años más difíciles de la crisis de costes actuaron como un balón de oxígeno. En concreto, se han eliminado la reducción del 35 % en la factura del gasóleo agrícola y del 15 % en los precios de plásticos y fertilizantes. Juan José Álvarez, secretario de Organización de ASAJA y experto fiscal de la organización, califica esta omisión como un «varapalo» para la competitividad del sector. «Es incomprensible que se consolide la retirada de estos apoyos cuando los insumos no han vuelto a los niveles precrisis», argumenta Álvarez, quien añade que Hacienda actúa como si la tormenta de costes hubiera pasado, pero los agricultores continúan pagando la energía y los abonos a precios desorbitados.
REBAJA LINEAL INSUFICIENTE. El borrador confirma una reducción general del 5 % sobre el rendimiento neto de módulos para 2026. Aunque cualquier rebaja es bien recibida, desde ASAJA consideran que este porcentaje es obsoleto y muy lejano de las reducciones extraordinarias aplicadas en años anteriores, que llegaron a ser del 15 % o 10 %. Con una inflación acumulada que no da tregua, mantener el 5 % se traduce, en la práctica, en una subida de impuestos encubierta.
Además, la norma mantiene el límite de ingresos para permanecer en el sistema de módulos en 250,000 euros anuales. Este aspecto representa una victoria técnica de ASAJA lograda el año pasado: la compensación del IVA no computará para calcular este límite, evitando así que muchos ganaderos y agricultores sean expulsados de un sistema de estimación objetiva que es mucho más sencillo y adaptado a la realidad del campo.
NOVEDADES PUNTURALES. El texto sí incluye algunos ajustes específicos en los índices de rendimiento neto para ciertos sectores, aunque estos son de alcance limitado. Para la campaña de 2026, se fijan los siguientes índices: 0,32 para uva de mesa y flores y plantas ornamentales, y una bajada a 0,26 para el tabaco. También se ajustan los porcentajes para avicultura (0,06625) y apicultura (0,070) para reconocer la crisis específica de estas actividades.
ALEGACIONES. La valoración de ASAJA es clara: se enfrentan a una orden de mero trámite que no aborda los problemas de fondo. La organización se prepara para presentar alegaciones en las que exigirán la recuperación de bonificaciones a los insumos y la revisión de la reducción general del IRPF. «No pedimos privilegios, sino una fiscalidad que permita al agricultor seguir produciendo sin asfixiarse», concluye Juan José Álvarez.
Desde ASAJA, continúan su labor en los sectores y zonas afectadas por condiciones meteorológicas adversas y situaciones de crisis durante la campaña de 2025, buscando la inclusión de reducciones apropiadas en la orden de reducción de módulos que suele publicarse en marzo. Este esfuerzo es vital para la viabilidad del sector agrario en un contexto de constantes desafíos económicos.
