La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado un ligero ascenso de las temperaturas este viernes en Castilla-La Mancha, siendo notable el aumento de las máximas en Albacete, así como en los Sistemas Central e Ibérico. Este cambio en el clima llega tras un periodo de temperaturas más frías, que ha afectado a la región en las últimas semanas.
Sin embargo, no todo será calor. Se prevén heladas débiles generalizadas en las provincias de Cuenca y Guadalajara, y más dispersas en áreas de la Mancha y del Valle del Guadiana. Este fenómeno es común en esta época del año, especialmente en las zonas más elevadas y rurales, donde las temperaturas nocturnas pueden descender considerablemente.
En cuanto a las temperaturas mínimas que se espera registrar en las capitales de provincia, estas marcarán -2 grados en Albacete, -1 en Cuenca, 0 grados en Guadalajara, 1 en Ciudad Real y 2 grados en Toledo. Las máximas oscilarán entre los 13 grados en Guadalajara y Ciudad Real, 14 en Cuenca y Albacete, y alcanzarán los 15 grados en Toledo.
El cielo estará predominantemente poco nuboso, a excepción de unas nubes bajas que se pueden ver en Guadalajara durante la madrugada. A lo largo del día, algunas nubes altas cruzarán Castilla-La Mancha de oeste a este, aunque no se espera que afecten significativamente la soleada jornada.
Además, se prevén brumas y nieblas matinales en La Mancha y en Guadalajara, siendo más densas y extensas en la Serranía. Estas nieblas podrían aparecer de forma más dispersa al final del día, lo que podría afectar a la visibilidad en las carreteras, un aspecto a tener en cuenta para quienes planeen desplazamientos.
El viento soplará de manera floja y con dirección variable, predominando el norte durante la mañana y cambiando a oeste por la tarde. Este fenómeno puede influir en la sensación térmica, haciendo que las temperaturas parezcan más frías de lo que realmente son.
La situación meteorológica además se produce en un contexto en el que los habitantes de Castilla-La Mancha han tenido que lidiar con cambios drásticos en el clima, lo que ha generado preocupaciones sobre la agricultura y otros sectores económicos de la región. Las heladas pueden afectar los cultivos, especialmente aquellos que ya han comenzado a brotar, poniendo en riesgo la producción local.
Este tipo de previsiones meteorológicas es crucial para que los ciudadanos se preparen adecuadamente y tomen las precauciones necesarias, sobre todo en una comunidad autónoma que depende mucho de su actividad agrícola y ganadera. Estar informados sobre el clima permite a los agricultores ajustarse a las condiciones cambiantes y minimizar impactos negativos.
