La función de los responsables de tecnologías de la información (TI) ha evolucionado notablemente en los últimos años, pasando de ser meros gestores de sistemas a convertirse en líderes de procesos de eficiencia e innovación. Este cambio ha llevado a que su relación con la alta dirección se centre en dos exigencias fundamentales: el control de costes y la entrega de valor.
Con el apoyo de HSI, SUSE y HCLSoftware, Byte TI organizó un encuentro en Barcelona donde se discutieron estos desafíos. Entre los participantes se encontraban destacados profesionales como Albert Sierra, Director de Tecnología y Sistemas de Información de la Cámara de Comercio de Barcelona; Manel Rodríguez, CIO de Educa Borras Group; y Óscar Campos, IT Director de Circutor, quienes compartieron sus experiencias y estrategias.
El Imperativo de Reducir Costes
La presión para reducir costes es constante para los CIO, aunque el enfoque puede variar según el tipo de proyecto. Óscar Campos enfatiza que “el coste no puede gobernar lo que estamos haciendo cuando hablamos de innovación a dos o tres años vista”, aunque reconoce que en operaciones diarias la gestión de costes debe ser estricta, especialmente en entornos industriales. Miquel Martí Climent, IS&T Director de AGBAR, añade que “la dirección nos pide eficiencia de manera continua”, lo que subraya la importancia de justificar las inversiones con transparencia y siempre priorizando el valor de negocio.
Desde el ámbito de la venta de software, Enric Vallcorba, Regional Sales Director de HCLSoftware, destacó la necesidad de ofrecer resultados de manera ágil, indicando que “nuestros clientes han conseguido reducir costes hasta un 25% con experiencias digitales multicanal y mejorar la productividad entre un 15% y un 20%”.
Presupuestos y Formaciones: Claves para el Éxito
Aparte de controlar el gasto, los responsables de TI enfrentan el desafío de asegurar un presupuesto adecuado. Pablo Giancarli, Regional IT Manager de Rhenus Air & Ocean, mencionó que “hemos ganado la confianza de la dirección; ya no nos piden recortes, sino resultados”. Esta confianza ha permitido optimizar contratos y hacer más con lo mismo. Por su parte, Xavier Altafulla, Cap de Bon Govern del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, subrayó el valor de invertir en herramientas como Copilot, que representan menos del 0,1% del coste anual de un empleado, justificando su impacto en la productividad.
La formación también juega un papel crucial en este proceso. Gabriel Vallejos, Responsable del Área de Proyectos de HSI, afirmó que “lo importante no es cuánto tiempo se ahorra un usuario con IA, sino qué hace con ese tiempo”, resaltando que es fundamental acompañar las inversiones tecnológicas con la formación adecuada.
En este contexto, Albert Sierra destacó que “el verdadero reto está en liderar la transformación cultural” y que se están impulsando programas formativos intensivos y midiendo el uso de herramientas para garantizar que el presupuesto se traduzca en productividad real.
La combinación de planificación estratégica, redefinición de prioridades y un fuerte enfoque en la capacitación y el cambio cultural se presenta como la respuesta a este delicado equilibrio entre costes y productividad. Según Óscar Campos, “el coste no puede gobernar lo que estamos haciendo si hablamos de innovación a medio plazo”, lo que subraya la necesidad de diferenciar entre iniciativas operativas y proyectos de desarrollo.
En definitiva, la evolución del rol del CIO ha dejado de ser exclusivamente técnico para situarse en el centro de la toma de decisiones corporativas. En un entorno digital, los responsables de TI han de ser líderes estratégicos que conecten negocio y tecnología, como señala Pablo Giancarli: “IT ya no es un área separada, es parte del negocio”.
Esta transformación exige no solo una visión global y capacidad de anticipación, sino también una comunicación eficaz que permita al CIO abordar temas de procesos, cultura empresarial e inversiones con retorno. La clave del éxito radica en adaptarse a un entorno cambiante, manteniendo siempre el foco en la creación de valor y en la mejora continua de la productividad.
