La corrupción en el corazón del PSOE ha tomado un nuevo giro con el caso de Santos Cerdán, ex secretario de Organización del partido, quien se encuentra en prisión provisional desde el 30 de junio de 2023. Según ha confirmado OKDIARIO, Cerdán autorizaba y cobraba facturas de comidas en diferentes restaurantes sin ningún tipo de control interno, lo que ha desvelado un sistema de falsificación y sobornos encubiertos en la sede de Ferraz.
El modus operandi de Cerdán
Las fuentes que conocen el funcionamiento interno del partido han descrito el método de Cerdán como «burdo pero eficaz». Este ex dirigente se beneficiaba de un sistema que le permitía presentar tickets de comidas que nunca había pagado, algunos de los cuales eran recogidos del suelo o proporcionados por terceros. Ferraz reembolsaba estas cantidades en efectivo, transformando así el sistema de dietas en una máquina de sobresueldos escondidos. A pesar de que se intentó implementar un control que exigía la presentación de tickets originales junto con los comprobantes de pago, esta norma fue rápidamente abandonada, permitiendo que el descontrol regresara.
Internamente, se confirmaba que incluso gastos familiares, como comidas de su mujer o hija, eran cargados al partido. En este contexto, las secretarias Celia Rodríguez y Covadonga San Pedro jugaban un papel fundamental; ambas operaban bajo la autoridad de Cerdán y aprobaban los reembolsos sin objeciones.
La implicación de la UCO y el silencio del PSOE
La UCO ha acreditado que el sistema se inició bajo el mando de José Luis Ábalos y su asesor Koldo García, siendo Cerdán quien lo perfeccionó. Conversaciones intervenidas entre García y su ex esposa revelan pagos directos en efectivo al chófer de Ábalos, aprobados por Cerdán, que alcanzaban los 2 000 euros. Ninguna de estas operaciones se encuentra registrada en la contabilidad oficial del partido.
Tras la divulgación del informe de la Guardia Civil, el PSOE emitió un comunicado en el que afirmaba que «todos los pagos vía caja tienen sus comprobantes y están justificados». Sin embargo, la documentación presentada por la Guardia Civil contrasta con esta declaración, indicando que las transferencias bancarias no coinciden con las entregas reales de efectivo y que carece de trazabilidad contable.
El ex gerente del PSOE, Mariano Moreno, actual presidente de la empresa pública ENUSA, también es objeto de investigación. A pesar de que debería haber supervisado el control financiero, no ha ofrecido explicaciones sobre su conocimiento de estos hechos.
El sistema de control interno en Ferraz se ha revelado como fraudulento, con Cerdán siendo el mismo que autorizaba y cobraba sus propios gastos. Un veterano trabajador del partido resumió la situación de forma impactante: «El partido se convirtió en una caja sin fondo. Nadie pedía facturas porque el que debía revisarlas era el mismo que las firmaba».
Este escándalo pone de manifiesto la profunda crisis de confianza que atraviesa el PSOE, con un legado de corrupción que aún parece no tener fin.
