El pasado 7 de junio de 2025, el Gobierno de España implementó la Orden TDF/149/2025, que prohíbe a las empresas realizar llamadas comerciales desde números móviles. Esta medida busca no solo proteger a los usuarios de las molestas llamadas spam, sino también combatir intentos de estafa que se han vuelto comunes en el ámbito de las telecomunicaciones.
Con este nuevo marco normativo, se pretende que las llamadas comerciales sean más fáciles de identificar. Las operadoras están facultadas para detectar y bloquear automáticamente aquellas que no cumplan con la normativa, además de alertar a los usuarios cuando reciban una llamada comercial. En esencia, solo se podrán realizar llamadas desde líneas que tengan un prefijo específico, incluidas numeraciones geográficas, números 800 y 900, y otros designados para este tipo de comunicación.
Las restricciones son significativas, pero no absolutos. Existen dos excepciones que permiten que las empresas sigan llamando a los usuarios: cuando se ha dado previamente el consentimiento en el contrato y cuando hay un interés legítimo en la comunicación. Así, aunque las llamadas spam se verán considerablemente limitadas, no desaparecerán por completo, ya que podrían continuar desde números legítimos.
Consecuencias para las empresas infractoras
La nueva regulación implica sanciones severas para las empresas que no cumplan con las disposiciones. Según Carlos Jiménez, Head of Sales de Enreach Spain, las infracciones pueden acarrear multas de hasta 2 millones de euros o el 4% de la facturación anual de la empresa, dependiendo de la gravedad de la falta. Además de las penalizaciones económicas, las compañías que ignoren la normativa arriesgan su reputación y la confianza de sus clientes, un aspecto crucial en un mercado cada vez más competitivo.
La medida forma parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno para modernizar y hacer más seguras las comunicaciones en España, adaptándose a las nuevas tecnologías y hábitos de consumo. Con la implementación de esta normativa, se espera que la experiencia telefónica de los ciudadanos mejore significativamente, minimizando las interrupciones no deseadas y protegiendo a los consumidores de posibles fraudes.
En resumen, aunque el camino para erradicar las llamadas spam es aún largo, las nuevas regulaciones representan un paso importante hacia la protección del usuario en el ámbito de las telecomunicaciones en España.
