El director general de Kia España, Eduardo Dívar, ha planteado una interesante reflexión sobre la movilidad eléctrica en un reciente post de LinkedIn, donde argumenta que esta transición no debe ser vista como una moda ni una imposición, sino como una evolución lógica hacia un modelo más limpio, eficiente y sostenible.
Dívar invita a imaginar un escenario opuesto al actual: un mundo donde todos los coches son eléctricos y, de repente, alguien propone sustituirlos por vehículos de combustión. En su planteamiento, se cuestiona por qué aceptaríamos volver a llenar las calles de humo, ruido y residuos, además de asumir un mantenimiento más costoso y complejo.
La incomprensión hacia el cambio
El directivo de Kia se hace eco de las reflexiones de Rory Sutherland, un ejecutivo de publicidad británico de la agencia Ogilvy, quien ha viralizado esta idea en redes sociales. “¿Por qué no construimos un coche de combustión?” cuestiona Dívar, describiendo cómo sería un vehículo de este tipo, que requeriría un tanque de líquido inflamable, cilindros que explotan para mover un motor de combustión, y un complejo sistema de refrigeración y filtros.
A continuación, se plantea varias interrogantes sobre el rendimiento del coche de combustión en comparación con el eléctrico: “¿Es más rápido que un eléctrico? No, para nada. ¿Es más silencioso? ¡Que va! El coche de combustión hace mucho más ruido. ¿Es más limpio? No, emite mucho humo y CO2. ¿Y es más fácil de fabricar? Que va, el coche de combustión tiene más de 250 piezas móviles en la transmisión, mientras que el vehículo eléctrico solo tiene siete”, explica Dívar.
Ventajas y desventajas del coche de combustión
Dívar también se interroga sobre las supuestas ventajas de los coches de combustión, como la rapidez para rellenar combustible: “Bueno, puedes llenarlo en solo 3 minutos. Ah bueno, pero ¿lo puedes cargar en casa? Que va, hombre, ¿cómo lo vas a cargar en casa? ¡No vas a tener el tanque de líquido inflamable al lado de donde duermes!”, señala con ironía.
El director general concluye que, aunque pueda parecer que desarrollar el coche eléctrico no es tan fácil como se pensaba inicialmente, el futuro de la movilidad debe orientarse hacia esta alternativa más sostenible. La reflexión de Dívar no solo invita a reconsiderar la percepción de los vehículos eléctricos, sino que también desafía la lógica detrás de la resistencia al cambio en un mundo que busca soluciones más limpias y eficientes.
