El BBVA ha mejorado su oferta por Sabadell, lo que obliga al consejo del banco catalán a reevaluar su postura en los próximos días. Esta decisión se produce tras la aprobación por parte del regulador del mercado de la modificación del precio de la opa, lo que llevará a la cúpula de la entidad, presidida por Josep Oliu, a emitir una nueva recomendación no vinculante para sus accionistas.
El consejero delegado, César González-Bueno, manifestó el lunes que el incremento en el precio es insuficiente y que la situación podría complicarse con un aumento del 30 o 40%. Sin embargo, un consejo clave es ocupado por David Martínez Guzmán, el máximo accionista individual del banco, que posee más del 3,5% del capital social a través de su vehículo Fintech Europe. En la anterior recomendación, instó al BBVA a elevar la oferta y fue el único consejero que se abstuvo de apoyar el informe, alegando que no compartía «algunas de las opiniones y argumentos expresados».
Martínez Guzmán, un discreto multimillonario nacido en Monterrey en 1957, tiene una vasta experiencia en inversiones de alto riesgo. Fundó su firma de inversión, Fintech Advisory, en los años ochenta y ha participado en operaciones de rescate como el de Telecom Argentina. Su entrada en Sabadell se produjo en 2013, tras una ampliación de capital que buscaba sanear el balance del banco después de la crisis financiera, desembolsando cerca de 375 millones de euros para adquirir un 5% de las acciones.
En este momento crucial para el desenlace de la opa hostil impulsada por el banco vasco, la atención de muchos inversores se centra en la postura de Martínez Guzmán. Este ha declarado que la operación presentada por el BBVA «constituye la estrategia acertada para las dos instituciones», aunque a un precio que considera «irrealizable» en la actualidad. La clave radica en determinar si la mejora del 10% del BBVA será suficiente para cambiar su opinión.
El BBVA ha establecido como condición para el éxito de la operación obtener el apoyo de más del 50% del capital social con derecho a voto de Sabadell. Sin embargo, analistas del sector consideran que la reciente mejora del precio no alcanzará este umbral. Como alternativa, el banco vasco podría intentar hacerse con un 30% de Sabadell como primer paso hacia el control total, seguido de una segunda opa para adquirir el resto.
A pesar de la incertidumbre, la prima para los accionistas de Sabadell que decidan vender sus acciones se mantiene en terreno positivo por segundo día consecutivo, a pesar de que desde enero la rentabilidad del canje era negativa. La situación está lejos de resolverse, y el futuro del Sabadell ante esta oferta depende de la dinámica de los accionistas y de la capacidad de Martínez Guzmán para influir en sus decisiones.