La Fundación Jiménez Díaz ha comenzado la preparación de los cinco participantes del Desafío Santalucía 2025, quienes se enfrentarán a uno de los entornos más extremos del planeta. La expedición al Ártico, programada del 3 al 9 de septiembre de 2023, requiere de una formación exhaustiva en condiciones adversas y supervivencia.
Recientemente, estos seniors asistieron a una sesión sobre temperaturas extremas y supervivencia en el agua, impartida por la doctora Astrid Teixeira Taborda del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación, con el apoyo de la doctora Almudena Fernández-Bravo Rueda, jefa asociada del mismo servicio. La charla, que combinó rigor científico y cercanía, abordó los principales riesgos físicos de una expedición polar.
Riesgos y recomendaciones para la expedición
Entre los riesgos discutidos se encuentran la hipotermia, ampollas, esguinces, quemaduras solares y deshidratación. Las doctoras enfatizaron la importancia de utilizar vestimenta técnica en capas, incluyendo una base térmica de lana merina, una capa intermedia aislante y una externa impermeable. Además, subrayaron la necesidad de mantener una correcta hidratación, aun sin sensación de sed, y consumir alimentos ricos en calorías y grasas saludables, como frutos secos o barritas energéticas.
“Las condiciones del Ártico imponen una gran demanda energética al organismo. Conocer los mecanismos de adaptación al frío y aplicar estrategias preventivas permite minimizar riesgos sin comprometer el rendimiento físico”, explicó la doctora Teixeira. También destacó la importancia de evitar el alcohol, ya que afecta negativamente la termorregulación.
Para reducir el riesgo de lesiones musculares y articulares, se insistió en la realización de estiramientos lentos y específicos, especialmente en climas fríos. “Unos minutos de calentamiento pueden marcar la diferencia entre disfrutar del reto o lesionarse. Al finalizar el día, los estiramientos bien dirigidos ayudan a recuperar el tono muscular y prevenir contracturas o molestias posteriores”, agregó la especialista.
Preparación para la cinetosis
Otro aspecto relevante tratado durante la sesión fue la prevención de la cinetosis, un problema común en travesías donde se combina navegación prolongada y aguas inestables. Esta condición puede afectar incluso a quienes nunca la han experimentado, limitando su capacidad para participar activamente en las actividades programadas.
Las doctoras ofrecieron recomendaciones útiles, como tomar medicación preventiva antes de embarcar, evitar fijar la vista en objetos en movimiento, mantener la mirada en el horizonte y adoptar una postura relajada durante la travesía. “El mal de mar es frecuente en este tipo de travesías. Anticiparse con estas medidas ayuda a prevenirlo o atenuarlo, garantizando que los participantes se mantengan activos durante la navegación”, subrayó la doctora Fernández-Bravo.
Estas pautas, junto con la preparación física y mental trabajada en la sesión, forman parte de un enfoque integral orientado a evitar molestias y asegurar que cada participante enfrente el desafío con seguridad y confianza. Esta formación se enmarca en la estrategia de seguimiento clínico diseñada por el equipo médico del hospital madrileño, garantizando que los seniors se preparen en las mejores condiciones de salud, tanto físicas como emocionales.