La epicondilitis, comúnmente conocida como codo de tenista, es una condición que provoca dolor en la parte externa del codo debido a la inflamación de los tendones que conectan los músculos del antebrazo con el hueso del codo. Esta afección no es exclusiva de los tenistas, sino que puede afectar a cualquier persona que realice movimientos repetitivos del antebrazo y la muñeca.
Este trastorno se presenta como un dolor agudo que puede irradiarse hacia el antebrazo y la muñeca. Según la Sociedad Española de Medicina de la Educación Física y del Deporte, la epicondilitis afecta a una gran cantidad de deportistas, pero también es común entre trabajadores que realizan tareas manuales repetitivas, como carpinteros o cocineros.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de la epicondilitis incluyen dolor al realizar actividades que impliquen el uso del brazo, debilidad en la muñeca y sensibilidad al tacto en la parte externa del codo. Para diagnosticar esta condición, los médicos suelen realizar un examen físico y pueden solicitar pruebas de imagen si es necesario, como radiografías o resonancias magnéticas, para descartar otras lesiones.
Tratamiento y prevención
El tratamiento de la epicondilitis suele ser conservador e incluye reposo, aplicación de hielo, fisioterapia y el uso de antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el dolor. En casos más severos, se puede considerar la inyección de corticoides o, en última instancia, la cirugía.
La prevención es clave para evitar la aparición de esta afección. Realizar ejercicios de calentamiento adecuados, fortalecer los músculos del antebrazo y modificar la técnica en deportes o actividades laborales son medidas efectivas para minimizar el riesgo de desarrollar codo de tenista.
En resumen, la epicondilitis es una afección que, aunque común, puede prevenirse y tratarse eficazmente con las estrategias adecuadas. Mantener una buena salud física y ser consciente de la técnica en la práctica de deportes o trabajos manuales son pasos fundamentales para evitar este doloroso trastorno.
